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Publica Planeta el libro Mar de historias de Cristina Pacheco
OAXACA, Oax. 4 de febrero de 2021.- El icónico fotógrafo mexicano Manuel Álvarez Bravo tuvo una estrecha relación con Oaxaca, su legado fue honrado por el artista plástico Francisco Toledo con la fundación de un Centro Fotográfico que lleva su nombre.
A 119 años de su natalicio, este 4 de febrero, recordamos que se inició en la fotografía en 1922 y desde entonces cultivó una amistad con Tina Modotti y Edward Weston, la cual dejó una honda huella en su formación profesional.
De 1925 data su primera relación conocida con Oaxaca, al ganar un concurso de fotografía local.
Tina Modotti le regaló su cámara y le heredó su trabajo de fotografías cuando fue deportada de México acusada de comunista y por esos años captó a personajes como León Trotsky, Frida Kahlo, Diego Rivera, Juan Rulfo y Luis Buñuel entre otros.
El escritor Juan Villoro dijo de Álvarez Bravo “pero, al igual que Juan Rulfo, hizo algo más que atrapar las esquivas esencias de la patria: supo reinventarlas. El país cupo entero en su pequeña caja negra; lo decisivo, sin embargo fue que se reveló en forma única. En pueblos polvorosos y sembradíos de cactáceas, el fotógrafo encontró la singularidad que, siendo tan genuina, nadie había visto”.
A nivel internacional optó por la influencia de Cartier-Bresson en la fotografía, y de Eisenstein en cine, por lo cual incluso compró la cámara fotográfica de la película ¡Que viva México! Y en 1934 filmó en Tehuantepec un ensayo cinematográfico,
Después de una extraordinaria y fructífera trayectoria, en 1996 vino a Oaxaca para inaugurar el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo junto con su fundador Francisco Toledo.
Este espacio se convirtió en uno de los más importantes para difundir el arte de la fotografía a través de exposiciones, talleres, conferencias y proyecciones, además de poseer un magnífico acervo.