El episcopado ante el segundo piso de la 4T
Un amigo mío que fue cónsul de México en Austín, me advirtió una vez que los gobernantes y los congresistas de Estados Unidos llevan un puntual registro de todas las acciones de interés para ellos que se realizan o que se declaran en México, ya sean oficiales o extraoficiales, pero que provengan de los círculos de poder de nuestro país.
De manera especial esa “contabilidad” los estadounidenses se la llevan a las acciones de los presidentes de la república en turno.
En la Cumbre de las Américas que se está llevando a cabo en Los Ángeles, el presidente mandó en su representación al canciller Marcelo Ebrard no solo por su carácter institucional de jefe de la diplomacia mexicana, sino porque el tabasqueño está seguro que Ebrard le transmitirá las señales políticas adversas que se pudieran dar para nuestro país dada la decisión final del presidente de no asistir a la Cumbre.
Ebrard en consecuencia asiste a la Cumbre como un hombre de confianza del presidente López Obrador y no solamente como representante de nuestro país en ese desdibujado cónclave.
No cabe duda que para el presidente Biden la no asistencia de AMLO a la Cumbre es una acción que se registra en el casillero negativo que le tienen a nuestro presidente.
Lo mismo las respuestas que desde la mañanera dieron al senador Bob Menéndez que, en un país donde los congresistas no están a las órdenes del presidente como ocurre en México, criticó la decisión del presidente López Obrador de no asistir a la Cumbre y de ser un amigo de Donald Trump.
El portal de Carmen Aristegui consigna la posición de Menéndez en los términos siguientes:
“El senador demócrata Bob Menéndez afirmó que la ausencia del presidente López Obrador en la Cumbre de las Américas “desafortunadamente retrasará los esfuerzos” para continuar reparando la relación bilateral entre México y Estados Unidos.
Dijo que se une a los que “están cada vez más preocupados por la decisión del presidente López Obrador de apoyar a dictadores y déspotas en lugar de representar los intereses del pueblo mexicano en una cumbre con sus socios de todo el hemisferio”.
El demócrata dijo que la decisión del presidente mexicano ocurre “después de años de absoluta negligencia y abierta hostilidad hacia la relación entre Estados Unidos y México por parte de Donald Trump” y que con la administración de Joe Biden se está reparando, según lo que dijo en una declaración escrita.
Esta mañana, el presidente López Obrador dijo que el senador Bob Menéndez es parte de un grupo de republicanos y demócratas que están en contra de una nueva política con Cuba o cualquier nación de América.
Calificó a este grupo como “inhumanos”, “antiinmigrantes”, “autoritarios”, que “actúan de manera sectaria, traficando con el dolor de los pueblos, sacando provecho, medrando en lo político, en lo económico”.
Y como dijo el clásico de Juárez; ¡Pero qué necesidad¡
El trabajo de Marcelo Ebrard será en esta forma la de un hombre de confianza política, no solo diplomática, del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Por allí anda la cuestión.
EN TIEMPO REAL
1.- Lorenzo Córdova y el INE se han llevado un reconocimiento generalizado por el trabajo de organización que realizaron en los comicios que se llevaron a cabo el pasado domingo en seis entidades.
2.- A pesar de que Movimiento Ciudadano fue prácticamente un partido testimonial en las elecciones del pasado domingo, su durigente, el taimado de Dante Delgado, declaró que no se aliará en el futuro ni con el PAN y menos con el PRI. La verdad es que dante trata de minizar el rotundo fracaso que obtuvo en el domingo pasado donde logró apenas un 4% generalizado.
3.- De verdad que el alcalde de Cuernavaca, José Luis Uriostegui, tiene que ir urgente a Catemaco a que los brujos mayores le hagan una tremenda límpia. Uriostegui y su esposa cayeron, junto con varios funcionarios del ayuntamiento, al colapsar el puente colgante en Barranquilla, justo en la reinauguración del citado puente Ribereño. ¡Urge viaje a Catemaco¡