Máscaras, una tradición que reactiva la economía en Oaxaca

OAXACA, Oax. 31 de octubre de 2021.- La elaboración de máscaras para disfraces en esta temporada de muertos es una actividad que reactiva la economía en Oaxaca.

Como tradición, en el Valle de Etla, cada festividad de Día de Muertos se conmemora con una muerteada, un festejo en el que la gente ocupa disfraces para salir a bailar a las calles.

En este 2021, Pável Niño, quien se dedica a la elaboración de máscaras en Nazareno Etla, tuvo un ingreso mayor que en 2020, ya que poco a poco se van reanudando los carnavales y eventos festivos.

Pável contó que antes de la pandemia elaboraba más de 100 máscaras y entre 80 y 90 trajes completos para estas fechas.

Cuando se decretó el confinamiento por la pandemia de Covid 19, en 2020, su trabajo se redujo al 100%, ya que prácticamente a esto se dedicaba durante todo el año, ya que los pedidos de máscaras las hacían desde enero.

Si bien, dijo, este 2021 no fue igual, por lo menos hay una mejora y registró algunos pedidos para los festejos del 1 y 2 de Noviembre por el Día de Muertos en municipios del Valle eteco y de la Ciudad de Oaxaca, donde se realizan las tradicionales muerteadas y comparsas.

Mencionó que sus clientes de Soledad Etla y de Oaxaca de Juárez, utilizarán  sus trajes en los eventos que se realizarán de manera privada porque no fueron abiertas al público en general ni a turistas, debido que si bien Oaxaca está en semáforo verde, se están respetando recomendaciones emitidas por la Secretaría de Salud.

Pável Niño detalló que la elaboración de una máscara le lleva desde mes y medio hasta tres meses, dependiendo de la forma, el estilo y material que pida el cliente.

Los costos pueden ir desde los 180 pesos, las hechas con esponja y pintura, o llegar hasta los 6 mil pesos, con materiales que simulen una forma de piel real.

Dijo que sus máscaras han tenido destinos, además de municipios de Etla, en los Estados Unidos, Querétaro y Monterrey.

Pável indicó que ve que el panorama va mejorando y para él representa un respiro, ya que si el próximo año se reactivan los eventos públicos sin restricciones podrá recibir más pedidos.

Además de que también representará trabajo para costureras, quienes venden el material para la elaboración de máscaras y aquellos que piden empleo para su elaboración.