Mantiene Oaxaca éxito rotundo en el Festival Internacional Cervantino
SANTA LUCÍA DEL CAMINO, Oax., 26 de octubre de 2018.- El periodista Jenaro Villamil consideró que los medios de comunicación en México no deben ser voceros del poder político, voceros de Morena o correas de extensión de López Obrador, porque se caería en el mismo modelo que ya se agotó.
Durante su presentación en la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO), Villamil abundó que ese esquema se agotó en el 2015. Los periódicos podrán seguir lanzando loas al presidente en turno y mañana al próximo presidente, pero no por eso van a vender màs, ni les van a dar publicidad, “tienen que ver a sus lectores, a sus radio escuchas, a sus televidentes, a sus usuarios, a sus seguidores, sino el modelo truena”.
Acompañado del periodista oaxaqueño Humberto Cruz, el también escritor argumentó que el modelo tradicional de los medios de comunicación caducó ante crisis de credibilidad, por lo que la autocrítica y crítica tienen ser fundamental.
Villamil autor del libro Cleptocracia abundo que “el problema con los medios es que siguen en una inercia. Si uno no difunde información para sus audiencias, no hay un futuro”.
Sobre las Fake news opinó que toda esta industria de las noticias falsas siempre han existido, lo nuevo es el uso intensivo de las redes y hay que estar pendiente, por el riesgo que puedan representar.
“Hay que entender que cuando nos llega en Whatsapp anónimo esa información no hay que creerle, es como el chimoso o chismosa de la cuadra, está diciendo cosas para generar una emoción negativa o, entender que hay cuentas falsas”.
Respecto al crecimiento del uso e influencia de las redes sociales, dijo que esto se debió a un malestar acumulado, que es como el agua que tiene que salir por algún lado, y en ese momento Twitter, Facebook, Youtube y los mensajes directos vía Whatsapp se convierten en un “hervidero de descontento”.
“El malestar no se le induce, se le canaliza, se le encuentra cauce, se resuelven los hechos que generan ese malestar, pero no se puede fabricar. Se puede incluso volver a explotar ese malestar, con mentiras y la polarización como está sucediendo en Brasil”.
Acerca del concepto del poder, dijo que “el poder es una droga. Desgraciadamente el mexicano y nuestra cultura de poder es la lambisconería”, donde los políticos se rodean de personas que todo el día, todo el tiempo, les dicen que todo está bien, perfecto.