Celebran al Señor del Rayo en la ciudad de Oaxaca
Al igual que el año pasado la aparición sorpresiva de una nueva cepa de coronavirus se las arregló por sí sola para desbaratar la economía mundial, adelantando y agravando una crisis que ya se venía anunciando en los meses anteriores (por motivos totalmente ajenos a la extensión de una enfermedad infecciosa a nivel mundial, pero que también tenían que ver con China, aunque en este caso con la guerra comercial que mantenía con EEUU, este año los acontecimientos se han conjurado para mejorar las expectativas de crecimiento, no solo en México, sino en gran parte del mundo.
Aunque el ejecutivo de AMLO no se ha prodigado en exceso en la concesión de ayudas económicas, lo cierto es que la expansión monetaria propiciada por los distintos paquetes de estímulo que las administraciones estadounidenses (tanto la presente como la anterior) vienen llevando a cabo han terminado por salpicar en la ribera sur del Río Grande, ya que una parte no pequeña de ciudadanos estadounidenses es de procedencia mexicana, la cual utiliza parte de los ingresos obtenidos (paquetes de estímulo incluidos) para enviar remesas a sus parientes en México.
¿Crecer al cinco por ciento?
Si a principios de 2021 el Fondo Monetario Internacional (FMI) había previsto para México un crecimiento del 4,3 por ciento, la última actualización, visto el comportamiento del país durante el primer trimestre del año, es de que terminará el presente ejercicio con un crecimiento del 5 por ciento.
Las razones principales para el optimismo del organismo supranacional son el avance de la inmunización gracias a una campaña de vacunación mundial sin precedentes nacida del esfuerzo conjunto del sector público y privado, y a que multitud de trabajos se han podido adaptar a modalidades no presenciales gracias al avance en los años previos de las nuevas tecnologías, que han convertido el teletrabajo en una realidad.
Por otra parte, el par formado por el USD/MXN ha reaccionado a la buena nueva con una ligera mejora del tipo cambiario en favor del peso mexicano (siguiendo la tendencia que venía marcando desde finales de marzo), pero de momento no ha logrado volver a romper a la baja el cambio de 20 pesos por dólar, como ya ocurrió en enero.
Reactivación de la economía
Como ya se ha mencionado, uno de los factores más importantes a la hora de hacer un pronóstico para la recuperación ha sido el de lograr que la actividad económica vaya recuperando su pulso pre pandemia, algo mucho más fácil de lograr en sectores que no requieren más que de unos equipos informáticos y acceso a internet para funcionar, y que por lo tanto pueden llevarse a cabo desde el propio domicilio, aunque también se ha logrado mantener en funcionamiento sectores como el turístico, que inevitablemente necesita de la movilidad de las personas, al que en pocos meses podrán añadirse otros sectores que necesitan plena movilidad.
Actividades por cuenta propia como la llevada a cabo en el sector de las inversiones, por ejemplo el trading online de Forex, no han requerido contacto cercano desde hace años gracias a las plataformas de trading creadas por los brókeres junto con la extensión de los medios telemáticos (no requieren contacto, pero si mucha precaución al utilizar herramientas como el apalancamiento) y a él se ha unido gran parte de la actividad económica que puede así mismo llevarse a cabo sin salir de casa, ¿Será esta la norma de aquí en adelante?
¿Más teletrabajo o vuelta a las oficinas?
En estos momentos todo apunta a que el teletrabajo puede llegar a convertirse en lo más habitual de aquí en adelante, aunque no para todos los trabajadores y por supuesto seguramente no durante todos los días de la semana.
Según encuestas obtenidas por el observatorio Future for Work Institute, en países como España, que pueden servir perfectamente de referencia para lo que sucederá en México, más del 60 por ciento del trabajo susceptible de ello se realizará de forma no presencial, pero las jornadas durarán más horas, concretamente un 18 por ciento más de lo que se trabajaba antes de la pandemia. Esta tendencia será transversal, es decir, se dará independientemente del tamaño de la empresa, sea esta una empresa pequeña, mediana o grande.