Conmemora DIF Oaxaca Día Mundial de la Alimentación
OAXACA, Oax., 4 de noviembre de 2016.- … Pero cuando (el examen de conciencia, la meditación y la oración) se entrelazan y se interrelacionan de una manera lógica, el resultado es una base firme para toda la vida.
Doce Pasos y Doce Tradiciones
Los últimos tres Pasos del programa invocan la amante disciplina de Dios sobre mi obstinada naturaleza.
Si todas las noches yo dedico unos momentos a revisar los puntos sobresalientes de mi día, reconociendo a la vez aquellos aspectos que no me gustaron tanto, obtengo una historia personal de mí mismo, historia que es esencial para el viaje hacia mi autodescubrimiento.
Podía ver mi desarrollo, o la falta del mismo, y pedir en oración meditativa ser aliviado de aquellos defectos continuos que me causan dolor.
La meditación y la oración también me enseñan el arte de centrarme y escuchar.
Veo que el alboroto del día se va apagando cuando rezo por su voluntad y orientación.
La práctica de pedirle a Él que me ayude en mis esfuerzos por la perfección, le da una nueva perspectiva al tedio de cada día, porque sé que hay honor en cualquier trabajo bien hecho.
La disciplina diaria de oración y meditación me mantendrá en buena condición espiritual para enfrentarme a lo que venga sin pensar en un trago.
Pensamiento del Día
Puedo hacer cosas que nunca hice antes. El alcohol me quitaba la iniciativa y la ambición. No podía reunir la energía para empezar algo. Dejaba resbalar las cosas. Cuando estaba borracho, estaba demasiado inerte hasta para ponerme los zapatos. Ahora puedo dedicarme a hacer algo.
Puedo escribir cartas cuando es necesario; puedo hacer llamadas telefónicas; puedo hacer arreglos caseros; y puedo dedicarme a mis pasatiempos.
Siento el impulso de crear, ese impulso creador que estaba completamente sofocado por el alcohol. Estoy libre para realizar mis obras nuevamente.
«¿He recuperado mi iniciativa?”
Meditación del Día.
«En tu presencia hay alegría plena. A tu diestra hay goces imperecederos». No podemos encontrar la verdadera felicidad buscándola.
El buscar el placer no trae la felicidad a la larga, sino que la desilusión. No hay que buscar esta alegría plena en el placer. No puede lograrse en esa forma.
La felicidad es el producto de la vida recta. La verdadera felicidad llega como resultado de vivir en todos los aspectos en la forma en que se crea que Dios desea que vivamos, tanto con respecto a nosotros mismos como en relación con los demás.
Oración del Día
Ruego que no busque siempre como meta el placer.
Pido estar satisfecho con la felicidad que viene de hacer lo que la conciencia dicte.