Día 18. Genaro, víctima de la seguridad nacional de EU
CIUDAD DE MÉXICO, 24 de enero de 2018.- Por lo visto, Andrés Manuel López Obrador parece haber heredado algunas de las virtudes del flautista de Hamelín, pero a diferencia de éste -quizá como venganza porque a lo largo de casi 18 años el sistema no ha accedido a reconocerle sus virtudes, ni a recompensarlo como él piensa que debe hacerlo-, ha decidido que bajo su tonada seductora, día a día se congreguen más y más especímenes de diversa traza y ralea y con ellos invadir el reino y tomarlo por asalto.
Si no, que lo desmienta el caudal de proscritos de la política que se han sumado a él -y lo seguirán haciendo decenas más al paso de los días-, y que hoy pululan a su alrededor, con la esperanza de que amparados bajo su manto todopoderoso, continuarán su tarea depredadora.
Las recientes adhesiones a su causa y los nuevos “destapes” de presuntos aspirantes a gobernadores, presidentes municipales y candidatos a diputados y senadores -quienes lo acompañarán en su proverbial aventura electoral-, así lo revelan.
En los últimos días se ha congratulado de sumar a sus filas al exfutbolista Cuauhtémoc Blanco, actual presidente municipal de Cuernavaca, como su prospecto a gobernar Morelos. Así también, con omnipotencia, su dedo divino le garantizó una diputación plurinominal a la senadora Gabriela Cuevas Barrón, tránsfuga panista, y este martes levantó el brazo de su precandidato al gobierno de Chiapas, Rutilio Escandón Cadenas.
Para nadie es un secreto que en 2015 -cinco meses antes de las elecciones-, Cuauhtémoc Blanco recibió 7 millones de pesos a cambio de ser el candidato del Partido Social Demócrata (PSD) a esa alcaldía, como lo reveló Roberto Carlos, exsecretario del Ayuntamiento, sin importar si ganaba o no la votación.
Tampoco cuenta hoy el que la panista Gabriela Cuevas, en abril de 2005, acompañada por Jorge Alberto Lara, su compañero legislador -para evitar convertir en mártir López Obrador, quien sería recluido en prisión, por desacato al desobedecer una orden judicial por un terreno expropiado de forma ilegal-, evitó su encarcelamiento al pagar la fianza del tabasqueño.
“Al jefe de Gobierno no le gusta cumplir la ley; que enfrente el juicio y la ley en libertad, pues ya no queremos que siga utilizando ni las instituciones ni los recursos públicos para manipular y guardar sus propios errores y mucho menos para hacer un proceso de engaño para la ciudadanía”, dijo ella entonces.
“Son unos cobardes y tramposos” les reviró López Obrador, por haber pagado su fianza. Pero casi 12 años después -al serle negada la opción de una diputación federal plurinominal por su partido-, Gabriela Cuevas vivió su propia epifanía y de forma pasmosa se ha convertido al lopezobradorismo.
“Me equivoqué en juzgar a López Obrador por la figura pública que representa. Estaremos viendo dónde promover el voto hacia él” –dijo-. Y entonces el manto providencial la cobijó de inmediato:
“Nos interesa que ella sea parlamentaria, porque nos importa mucho que la representación de México se mantenga en el concierto de las naciones, que México tenga su sitio. Es parte de lo que vamos a procurar, que se recupere el prestigio de política exterior de nuestro país, que se ha perdido”, afirmó el dirigente de Morena. Luego, en actitud que hizo palidecer las proclamas pacifistas del hindú Mahatma Gandhi exclamó:
“Yo no odio, por eso soy feliz; yo lo que quiero es que se consiga un cambio verdadero en el país y que todos los mexicanos seamos felices, yo lucho por eso, no es mi fuerte la venganza, si fuese con odios yo ya no hubiese resistido, porque me ofenden mucho, un día sí y el otro también. Pero no me afecta, tengo principios, ideales y un escudo protector que es mi honestidad”, exclamó.
A estas alturas, cuando la adrenalina preelectoral circula por todo el país, muchos olvidan su imposición en Iztapalapa del petista Rafael Acosta “Juanito” a quien AMLO hizo jurar que en caso de ganar las elecciones, declinaría para que el jefe de Gobierno Marcelo Ebrard propusiera a Clara Brugada como encargada. Luego de ganar, Acosta se negó a dejar el cargo, pero por las fuertes amenazas y presiones, solicitó licencia “por motivos de salud”.
Embusteros, bribones, indeseables, oportunistas, aprovechados, bandidos, chantajistas, trepadores, ineptos, pillos y aventureros, son algunas de las particularidades que rodean a buena parte de sus seguidores y al equipo que impulsa a López Obrador hacia la Presidencia de la República, aunque también debo decirlo, hay notables personajes y mucha gente que de buena fe le ha confiado su futuro, sumándose a sus filas, creyendo en que de su mano el país podría cambiar.
Para enfrentar a la “mafia del poder” -su recurrente, cansina y manida frase de toda la vida-, López Obrador reiteró este lunes en Chiapas que en su partido “no vamos a cerrar las puertas, ni vamos a rechazar a nadie”.
Y ese “nadie” es un inmenso boquete por el que tienen y tendrán cabida toda suerte de ejemplares de la fauna política, sin distingo de colores; saltimbanquis cínicos, que una vez que asolan el territorio invadido, cual plaga de langostas, emprenden nuevamente el vuelo y bajo otras siglas reinician su tarea destructora.
Sin embargo, cuando ello ocurra, López Obrador, como siempre podrá jurar ante un altar que otros son los responsables. Pero eso de ninguna manera lo eximirá, sino por el contrario, lo pintará como lo que realmente es: un mal líder, negligente y ladino, que con la mano en la cintura evade cualquier responsabilidad por los actos de corrupción de sus colaboradores, de los cuales -como afirma siempre-, no sabe nada.
Ahí están las pruebas a la vista de todos: Los videos filmados por Carlos Ahumada -la pareja argentina de doña Rosario Robles-, de su entonces exsecretario particular, René Bejarano, quien recientemente se integró a su campaña, y se le captó con las bolsas del saco y el portafolio lleno de billetes sujetos con ligas. Por ello estuvo algún tiempo en prisión. No obstante hay que admirar en Bejarano su viril actitud, porque prefirió cargar enteramente con la culpa, sin denunciar a quien le dio la orden y era el verdadero beneficiario.
También las imágenes de su secretario de Finanzas, Gustavo Ponce Meléndez -uno de los grandes apostadores de Las Vegas-, quien estuvo preso 7 años en Almoloya, acusado de enriquecimiento ilícito, corrupción y lavado de dinero, desde que fue captado el 1 de marzo de 2004, apostando en el Casino Bellagio.
Hay muchos testimonios, pero entre los más recientes figura el video de la diputada veracruzana Eva Cadena a quien según él “le pusieron un cuatro o una trampa”, para que al recibir medio millón de pesos en efectivo, subrayara que el dinero era para López Obrador.
“Es parte de la estrategia perversa de la mafia del poder… imagínense, yo recibiendo 500 mil pesos. Si se tratara de eso, yo sería inmensamente rico, millonario; tendría yo bienes en México, en el extranjero. Porque lo que yo pidiera, me lo darían” –argumentó.
El Apocalipsis que le espera al país si López Obrador gana las elecciones
López Obrador nunca ha informado de los millonarios contratos que se realizaron sin licitación para construir los puentes del segundo piso en la Ciudad de México; para montar la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, construir el Metrobús y los grandes negocios con los taxis piratas y el clientelismo corporativo de los ambulantes, que durante su gobierno se extendieron como plaga por toda la metrópoli.
Ello, sin contar las extorsiones de sus más cercanos colaboradores hacia los constructores, para acogerse al descabellado proyecto de “repoblamiento” de varias colonias de la ciudad, sin medir las consecuencias por la falta de agua, electricidad y servicios básicos, y la descarada violación sobre el número de pisos de los nuevos inmuebles.
Por ejemplo, nadie le cuestionó que todo el carril confinado de la primera línea del Metrobús -en su tramo de Indios Verdes a Doctor Gálvez-, fue removido totalmente, debido a que a menos de un año de inaugurado, el asfalto original con el que se construyó, presentó deformaciones sin que se anunciaran responsables por el multimillonario costo de la reparación.
Algo similar fue lo que ocurrió luego con la Línea 12 del Metro de su entrañable Marcelo Ebrard -su colaborador y heredero político-, quien disfruta de la dulce vita, cuando en otras circunstancias debió haber sido sometido a juicio y hoy debiera estar purgando condena en alguna cárcel del país. La construcción tuvo un costo de mil 278 millones 349 mil pesos y su reparación ascendió a 623 millones 724 mil pesos.
Hoy López Obrador tampoco recuerda que vetó y se opuso a la Ley de Transparencia en la Ciudad de México y que desde septiembre de 2006 bloqueó durante 3 meses Paseo de la Reforma, luego de alegar un fraude en la elección presidencial. Ello ocasionó pérdidas económicas por más de 7 mil millones de pesos, el despido de más de 3 mil trabajadores y la desaparición de cientos de negocios. Un delito que quedó impune.
Incluso, el PRD -su hoy aborrecido y satanizado partido, que le secundó en la inhumana protesta-, registró deudas por más de 250 millones de pesos que luego superaron los 500 millones, por diversas deudas con proveedores, quienes por vía judicial demandaron sus pagos. Estos incluían renta de carpas y templetes instalados todo el tiempo de la manifestación; pagos de equipos de sonido, alimentación y transporte para los acarreados de la capital del país y otras entidades, que fueron utilizadas para mantener el plantón.
El sofista tropical es muy afecto a las cábalas religiosas; de ahí su postulación el pasado 12 de diciembre, precisamente el día en que en todo el territorio nacional y más allá de nuestras fronteras, se conmemora la aparición de la Virgen Morena.
Empero, como un avance de lo que supondría la materialización del Apocalipsis en México, veremos cómo Satanás aparecerá como Jesús, acompañado de sus millones de demonios, una figura que podría remitirnos a “ya saben quién”.
El relato especifica:
“El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo. Y abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo como humo de un gran horno; y se oscureció el sol y el aire por el humo del pozo.
“Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra. Y se les mandó que no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna, ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes.
“Y les fue dado, no que los matasen, sino que los atormentasen cinco meses (que en el hipotético caso de México serían 6 años -roguemos que no más, je je-); y su tormento era como tormento de escorpión cuando hiere al hombre. Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; y ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos. (Apocalipsis 9:1-12)”.
Las predicciones catastrofistas de por ejemplo “López Obrador es un peligro para México”, en su momento me parecieron desproporcionadas y fuera de lugar. Luego consideré que 6 años de campaña serían más que suficientes para atestiguar la evolución del rijoso callejero, en un esteta de la arena política de altos vuelos, pero no. Luego, transcurrieron otros 6 años, sin resultados de avance y sí muchos indicios de estancamiento.
El tiempo se le ha venido encima y el tabasqueño no ha evolucionado. Sus ocurrencias, lenguaje preparatoriano y bajísimo nivel para presentar propuestas, no creo le serán suficientes para lograr sus propósitos de convencer al gran electorado y a los centros del poder financiero, pero sobre todo a esa clase media que aún lo ve con desconfianza y que al momento del voto prefería decantarse hacia otras candidaturas.
No obstante, todo puede suceder, pero no hay que perder de vista las desagradables experiencias que recientemente han afrontado algunos países del Norte y Sur de nuestro continente, gobernados por personajes que prometían excepcionales cambios y mejoras.
De forma irracional, el electorado de esas naciones -más que votar por propuestas sensatas y tangibles-, optaron por una oferta electoral basada en la seducción y la promesa fácil e incumplible, por parte de políticos hipócritas y falsarios.
Cuánta razón tenía el escritor León Tolstoi -connotado novelista ruso, autor, entre otras grandes obras, de La Guerra y la Paz y Anna Karenina-, quien sentenció con gran sabiduría que “cualquier cosa es mejor que la mentira y el engaño”.
Sin embargo, desgraciadamente, en este país muchos todavía parecen sucumbir ante la música del flautista de Hamelín.
Granos de café
… A propósito de un comentario vertido en esta columna, en días pasados, recibí la aclaración respetuosa del exgobernador chiapaneco Pablo Salazar Mendiguchía (2000- 2006) -quien hoy aspira por un escaño al Senado de la República, bajo la figura de candidato independiente del INE-, y se esfuerza por cumplir con los requisitos impuestos por la institución.
Mencioné en mi anterior colaboración, que a través de mensajes de Internet, en Chiapas había comenzado circular la versión de que “Al Jabal” -el lugar donde presuntamente fue asesinada la joven Gloria Castellanos Balcázar, en Tuxtla Gutiérrez-, era realmente de su propiedad y no de la señora Muna Dora Buchaín, quien se ostenta como propietaria legal del salón de eventos.
Salazar Mendiguchía fue muy preciso en señalar que le causaba extrañeza que yo me hubiese hecho eco de “chismes de aldea, surgidos a raíz del lamentable feminicidio. Me sorprende sinceramente que te involucres en este hecho, porque tú eres un periodista muy serio”, dijo.
Precisó luego que los mensajes que circularon en las redes sociales a través de correos anónimos, fueron generados desde la Presidencia Municipal de Tuxtla Gutiérrez.
A continuación dio a conocer el dato de que la señora Muna Dora Buchaín -quien durante su administración fungió como Contralora General del Estado y Coordinadora General de Comunicación Social-, “no llegó a concluir el período de gobierno conmigo. Actuó muy mal y yo la despedí 2 años antes de que terminara mi administración. Efectivamente, fue mi colaboradora, pero no somos amigos y no sé de ella desde hace por lo menos 12 años. Únicamente supe que actualmente trabaja en la Auditoría Superior de la Federación”.
El exgobernador chiapaneco subrayó también que la campaña donde a ella se le relacionaba como su prestanombres para tratar de desacreditarlo “forma parte de la guerra sucia orquestada por Fernando Castellanos Cal y Mayor, actual presidente de Tuxtla Gutiérrez, quien me ve como su contendiente al Senado. Aun cuando ni siquiera son los tiempos, él ya se adelanta como supuesto aspirante del Partido Verde, poniéndose los guantes de manera anticipada”, dijo…
Sus comentarios envíelos al correo [email protected]