Dos meses de huelga, miles de asuntos pendientes
OAXACA, Oax., 15 de julio de 2019.- Entre los temas públicos relevantes en curso destaca el del modelo general de gobierno y desarrollo para el país.
Al respecto, algunos expertos creen que el modelo neoliberal está completamente agotado y debe ser sustituido por otro de manera radical y cuanto antes mejor.
El problema para este enfoque consiste en que trata de justificarse en los grandes movimientos populares o transformaciones públicas: Independencia, Reforma y Revolución, pero no ha elaborado una actualización que le aporte claridad y consistencia en las medidas que deban aplicarse y puede incurrir en costosos errores
En particular, esa perspectiva extrema parece no medir con la debida regla el peso e influencia del factor internacional, económico-financiero y político, llámese Reserva Federal de los Estados Unidos o Donald Trump, que le fija límites y contrapesos efectivos al estado nacional.
Otra línea de argumentación, más moderada, propone que no todo el legado del periodo neoliberal es dañino y desechable, por lo que recomienda prudencia y modular los cambios para reducir márgenes de error, y que gobierno y sociedad los vayan asimilando y practicando.
Para los transformadores moderados, poner en juego a la vez tantas políticas orientadas al cambio de fondo podría significar el principal obstáculo para su propio éxito porque la ineficacia suele ser fruto de la improvisación y la prisa sin previsión.
En lo que parece haber cierto consenso entre transformadores radicales y moderados es en que en esta nueva etapa en la que está ingresando el país, el papel del Estado y los servidores públicos, su calidad e integridad serán determinantes en el resultado.
Así lo muestran experiencias tan disímiles como la japonesa, la china o la finlandesa en donde el Estado ha conducido procesos positivos de cambios estructurales fuera de la orientación neoliberal.
En el caso mexicano, que se distingue por intentar la operación de ese cambio en un contexto muy complejo –debido a correlaciones y causas múltiples de largo, mediano y corto plazos– la nueva estrategia de gobierno deberá tomar nota tanto de las experiencias exitosas como de las que fracasaron por no atender las lecciones de la historia, precisamente.