![](https://oaxaca.quadratin.com.mx/www/wp-content/uploads/2023/11/justicia-107x70.jpg)
Consejo de la “caricatura”, Servil al Gobierno
Raúl Ávila Ortiz | Oaxaqueñología
OAXACA, Oax., 23 de junio de 2019.- Hemos reiterado en varios momentos y espacios las enseñanzas del distinguido profesor alemán Dieter Nohlen.
El sistemas político se integra con el sistema de partidos, el sistema electoral y el sistema de gobierno.
Estos tres sistemas mantienen relaciones circulares e interactivas y lo que pase al interior de cada uno de ellos y entre ellos afecta la naturaleza del sistema político.
Los sistemas, que están formados por instituciones y operados por personas, son expresión del contexto sociocultural de cada país y de cada espacio relevante de organización, por ejemplo en el ámbito local.
El contexto, advierte Nohlen, suele hacer la diferencia en la estructuración real y el funcionamiento de las instituciones que en el papel asignan roles, constriñen conductas y obligan a racionalizar decisiones a sus integrantes y participantes.
Con base en tales premisas, hemos venido afirmando que el resultado de las elecciones federales y locales de 2018 tuvieron tal impacto en el sistema político que nos llevaría tiempo registrar sus efectos e implicaciones.
Algunas de estas comienzan a hacerse notar.
En el sistema de partidos el impacto ha sido determinante al punto de que la irrupción de Morena ha alterado el arreglo interpartidario previo y se dirige a sustituir las reglas para que esa y otras organizaciones políticas gobiernen y se mantengan o se reincorporen a la competencia, para lo cual es crucial que redefinen liderazgos y estructuras como ya lo está haciendo el PRI.
En el sistema de gobierno el efecto es hacia la reposición del hiper-presidencialismo perdido durante el largo proceso de transición democrática que llegó al extremo de anular al Presidente en sus funciones de Jefe del Estado para confinarlo acaso a los límites ineficaces del propio Poder Ejecutivo en provecho de poderes informales y salvajes.
En el sistema electoral se avecina un cambio cuyas dimensiones y oportunidad dependerán de las circunstancias de la agenda de gobierno y las negociaciones ya iniciadas que podrían desembocar en tres escenarios: maximalista o refundante de instituciones y reglas, intermedio o moderado y minimalista o de ajuste.
Sobre los tres sistemas y esos escenarios podremos desarrollar algunas ideas en semanas por venir.
Pero en cualquier caso no deberemos dejar de considerar el contexto en el que esos sistemas, instituciones y sus operadores principales actúan.
El contexto sociocultural mexicano es singular y en particular complejo debido a variables históricas externas, internas y de diverso tipo que condicionan el régimen institucional y la calidad de la democracia hasta ahora alcanzada.
Una variable clave, por ejemplo, es la forma en que se construyó y reprodujo desde tiempos juaristas-porfirianos y priistas la cultura política aún prevaleciente.
Por ello, habrá que considerar en qué medida el peso histórico de la hegemonía priista y sus prácticas instiladas en ciudadanos, partidos y gobiernos continuará influyendo la reconstrucción institucional durante la 4a Transformación.
O si es que hay alguna otra opción…