¿A quién corresponde defender?
CIUDAD DE MÉXICO, 3 de abril de 2019.- Más allá de la politización y polarización sobre el tema migratorio, que aumenta su debate rumbo a las próximas elecciones para elegir al presidente estadounidense, el fenómeno de la migración debe ser analizado desde una perspectiva objetiva y bajo el principio de responsabilidad compartida entre las naciones afectadas.
Ya que además de las enormes diferencias económicas entre las regiones y el contraste entre los salarios y las condiciones laborales que se perciben, la migración se ha agravado por las consecuencias de la guerra contra el narcotráfico y las políticas impuestas por el gobierno estadounidense en este sentido, siendo Guatemala, El Salvador y Honduras, así como México los más afectados por la violencia.
Mientras exista oferta y demanda de narcóticos en un lado y otro de la frontera, y los centroamericanos y mexicanos no encuentren en sus propios países las condiciones propicias para su subsistencia, el narcotráfico seguirá vivo y en constante aumento, independientemente de las políticas y medidas que se tomen para su erradicación.
Las principales razones por las cuales, los migrantes quieren llegar a Estados Unidos, es porque vienen huyendo de la violencia, el reclutamiento forzado de pandillas y la extorsión.
Para tratar de paliar la problemática migratoria, en noviembre de 2014, se acordó la creación del Plan Alianza para la Prosperidad entre los países del Triángulo del Norte con apoyo del gobierno estadounidense y el Banco Interamericano de Desarrollo, con el cual se pretendía reforzar las instituciones, mejorar la seguridad y principalmente frenar la migración irregular de los ciudadanos de dichos países.
Esto después de que se acordara y entendiera que la problemática regional, es una de las consecuencias de la ola de violencia, asesinatos e inseguridad por la guerra en contra de las drogas.
Sin embargo, y aunque sí se han reducido los números de personas que migran a Estados Unidos, según sus propias cifras oficiales, y rumbo a su reelección, el actual presidente estadounidense Donald Trump ha decidido cancelar todos los apoyos económicos que su gobierno brindaba a los países centroamericanos, asegurando que no han hecho nada para erradicar el problema, además cada día es más creíble su amenaza de cerrar su frontera con México.
El presidente Trump parece no estar informado de los problemas de origen de la migración, más en el contexto actual, además olvida que su país es en gran medida responsable de lo que ocurre, esto después de que decidieran arreciar la guerra contra el narcotráfico, dejando toda una estela de muerte, inseguridad y pobreza por casi toda américa latina.
Olvida o desconoce que algunos niños y en mayor medida jóvenes están siendo utilizados en las regiones más peligrosas de México, así como Guatemala, El Salvador y Honduras, como “objetos” para generar violencia debido a su vulnerabilidad y corta de edad pasan de ser víctimas a victimarios del crimen.
Entonces para no ser un botín de las pandillas y el crimen organizado, huyen en la búsqueda de un mejor futuro, pero sobre todo para poner a salvo su vida. De acuerdo con cifras de la Patrulla Fronteriza estadounidense, durante el año fiscal 2019, han llegado hasta el momento a su frontera sur 26 mil 937 menores no acompañados, de los cuales 22 mil 387 son hondureños, salvadoreños y guatemaltecos, 3 mil 915 son mexicanos.
Cabe destacar que los números anteriores solamente toman en cuentan a los menores no acompañados que son detenidos por agentes de la patrulla fronteriza, sin embargo, hay otros miles de menores que consiguen ingresar al país, se quedan en uno de los países de tránsito o en peores escenarios, muchos de ellos mueren en el trayecto o son captados por pandillas, cárteles o grupos de delincuencia organizada.
Ante la cancelación del apoyo económico por parte del gobierno estadounidense, el panorama es todavía más desolador derivado de la desaceleración económica en la región. Ante este panorama muchos se preguntan: ¿Hay esperanza para los jóvenes en América Central y en México?
¿No esta Trump generando un problema aún mayor con sus decisiones?
Seria de vital importancia que las autoridades encargadas de las políticas públicas comprendan que con el fin de obtener resultados en el futuro es importante desarrollar estrategias que estén construidas en la estabilidad financiera e institucional.
Esto significa enfrentarse a la problemática de la región con un paquete integral de las políticas y la voluntad de participar en una batalla contra la pobreza, la corrupción institucional, la desigualdad socio-económica sostenida y, por supuesto, la impunidad que se está incrementando en todos los niveles de la sociedad.
El flujo hacia el norte de los migrantes es constante, imparable y una cuestión de supervivencia humana. Los individuos y las familias están en constante búsqueda de una mejor vida en el norte.
El sur siempre ha sido empujado al norte, una gran parte de nuestros pueblos y ciudades mexicanas conocen bien este éxodo, como mencionamos al inicio del texto, todos van en búsqueda de una vida mejor, es una verdadera bajeza que los sueños y aspiraciones de estas personas sean utilizadas para lucrar, es una vileza que Trump quiera repetir la fórmula para asegurar su reelección, dividiendo y fomentando la xenofobia.