Paloma Sánchez-Garnica, premio Planeta 2024, y Beatriz Serrano, finalista
OAXACA, Oax., 27 de mayo de 2018.- Nacido en Tlalixtac, Oaxaca, Miguel Cabrera llegó a ser considerado uno de los pintores más reconocidos del arte barroco novohispano del siglo 18.
Este 27 de mayo se conmemoran 323 años de su nacimiento.
El pintor oaxaqueño trabajó en total más de 300 obras, entre ellas piezas de corte religioso como el retrato de Sor Juana Inés de la Cruz y Nuestra Señora de Guadalupe, encargadas por diversas instituciones y clientes particulares.
Miguel Mateo Maldonado y Cabrera, hijo de padres desconocidos y ahijado de una pareja de raíces mulatas, nació en Antequera de Oaxaca el 27 de mayo de 1695. Comenzó sus estudios artísticos en el taller del pintor Juan Correa, hacia 1740, año en el que contrajo matrimonio.
En compañía de Higinio Chávez, en 1753 se comprometió como contratista a la ejecución de los retablos de la iglesia jesuita de Tepotzotlán, añade la misma fuente, donde se señala que en este periodo, Cabrera realizó las telas de Santa Prisca de Taxco y su sacristía, obra que definiría su estilo artístico.
Fue pintor de cámara del arzobispo José Manuel Rubio y Salinas y fundador en 1753 de la primera academia de pintura de México.