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OAXACA, Oax. 25 de junio de 2017.- Mil 277 profesores de Oaxaca tendrán una última oportunidad para regularizar su situación ante la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Las condiciones en que serán evaluados han sido adversas.
Oaxaca es uno de los estados con presión y presencia de la CNTE, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que se opone a la aplicación de la reforma educativa.
Desde que inició el proceso de regularización, la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), adherida a la CNTE, ha modificado los nombres para ir atendiendo esta disposición sin enfadar a los radicales.
Sin embargo, desde la minuta del 7 de diciembre de 2016, la CNTE aceptó en Oaxaca sujetarse a los lineamientos de la reforma educativa para el ingreso de normalistas y los regularizados.
Desde ese momento, la CNTE le ha denominado de distintas formas: curso, taller, proceso de conciliación, ruta administrativa, proceso administrativo, todo ello para evadir el nombre de “evaluación” y no utilizar “reforma educativa”.
Es lo que sucederá el próximo 1 y 2 de julio, cuando los interesados tendrán una última oportunidad para regularizar su situación con base en los criterios establecidos en la reforma educativa.
A esta evaluación del desempeño docente acudirán tres grupos de docentes: 1, aquellos que no se han presentado a pesar de haber sido notificados desde 2015; 2, aquellos que voluntariamente se inscribieron para buscar los beneficios de la evaluación y 3, aquellos que están en proceso de regularización.
Los docentes que tendrían que acudir el 1 y 2 de julio para no perder su contrato con mil 277 profesores que han sido presionados por grupos del sindicalismo más radical para evitar a toda costa que cumplan, aún cuando en ello vaya el riesgo de perder su plaza.
Estos mil 277 no son una cifra oficial, sino el resultado de una estimación con base en la minuta del 7 de diciembre de 2016, donde se estipula que son 3 mil 699 trabajadores en proceso de regularización.
En esa minuta se explica que estos son dos mil 401 docentes y el resto administrativos.
De acuerdo con la Ley General del Servicio Profesional Docente, solamente los maestros están obligados a la evaluación.
Es decir que si la SEP ya informó que fueron evaluados mil 124 docentes, de los 2 mil 401 faltarían mil 277 docentes.
Además, entre los regularizados, los voluntarios y los pendientes desde 2015, la totalidad de convocados serían unos 3 mil, un porcentaje mínimo con respecto de los más de 80 mil profesores que conforman la Coordinadora en Oaxaca.
Este fin de semana se ventilaron diferencias internas por esta circunstancia y las declaraciones del secretario de prensa y propaganda, Wilbert Santiago Valdivieso en el sentido de que arroparán este proceso administrativo, fueron desmentidas por él mismo.
En un documento enviado a la opinión pública, el Comité Ejecutivo Seccional señaló que cualquier sanción hacia los profesores que han faltado a los principios de su movimiento, es valorada, investigada, analizada y acordada por los órganos correspondientes.
“Se trata de un movimiento de bases y no de líderes”, apuntó.
También, califica de falsos, los supuestos llamados a la evaluación, aunque en sus minutas hablan de esto con otro nombre.
Independientemente de las diferencias entre los grupos que conforman la CNTE en Oaxaca, es un hecho que han participado en los procesos de evaluación que establece la reforma y que el próximo 1 y 2 de julio, atenderán un nuevo llamado.
La autoridad educativa asegura que esto es la última oportunidad, sin embargo, la presión de la CNTE siempre ha sido definitiva en las decisiones aún cuando sea una minoría.
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