Padre Marcelo Pérez: sacerdote indígena, luchador y defensor del pueblo
Comenzamos un nuevo año, y con él, renovamos la confianza en que las cosas pueden cambiar en el país; sinceramente creo que es más un deseo personal, ya que no contamos con indicios de que el panorama pueda ser diferente.
Pero en un ejercicio para reflexionar, les quiero platicar mis deseos para el 2022. Me gustaría que en el país:
Ninguna mujer más, tenga que pedir permiso al crimen organizado para que les dejen buscar el cuerpo de sus hijos, que se terminen de una vez los desaparecidos.
Que los datos del presidente Andrés Manuel López Obrador sean los mismos que tienen los mexicanos, no para irnos todos a vivir a una isla de fantasía, sino para que juntos enfrentemos los problemas reales.
En México más de 356 mil personas han sido desplazadas de sus tierras y hogares por la violencia y el crimen, deseo que ninguna vuelva a padecer la situación de coger su ropa a toda prisa con sus niños y salir huyendo de una realidad que duele.
Que jamás vuelva a darse un decapitado en este país, y si llegara a suceder, que cause el mismo revuelo, indignación y coraje, que cuando se desmembró una estatua en Atlacomulco.
Me bloqueó Epigmenio Ibarra de sus redes sociales, por criticarle cuando señala como “sicarios” a quienes realizan protestas políticas, pero él se puede utilizar con tanta frivolidad ese término porque es un productor que hace dinero de enaltecer la imagen de los criminales, así que pediría hubiera menos mercenarios de la sangre mediática y más creadores como los de Duda Razonable (documental recomendable), que exponen un México oculto que existe pero está en las sombras.
Deseo que no exista la represión contra los periodistas, y mucho menos, que los desaparezcan o asesinen. Debemos dejar de ser el país más peligroso para ejercer tan noble profesión.
Quiero un país donde no se maltrate a ninguna mujer, donde el feminicidio se destierre para siempre, y los crímenes de género sean cosa del pasado.
Que no exista nunca más un preso político, que nadie que esté privado de la libertad, por intereses oscuros, por la corrupción o porque alguien más así lo decidió.
Quiero no exista un juez que deje en libertad a un criminal, que la honra y ética llenen el sistema judicial. Es lo que más necesitamos en estos momentos, verdaderos aliados como servidores públicos.
Deseo que ningún amigo o aliado vuelva a ser asesinado. Que todo el que preste su esfuerzo en la lucha social tenga garantizada su vida.
Quiero que en las elecciones, los partidos pongan a candidatos sin mancha de corrupción o involucramiento con el crimen, y que los políticos buenos no deban temer por su vida.
Quiero que todos los mexicanos cuenten con un sistema de salud a la altura de sus exigencias, que no existan deficiencias en la atención médica como con los niños con cáncer o desabasto de medicamentos.
Deseo y pido que ningún mexicano vuelva a matar a otro mexicano.
Entre miles de más cosas, deseo justicia para mi familia masacrada, que por fin se den las sentencias, porque representarían criminales menos en las calles, a favor de todos los mexicanos.
Mi lista es larga, lo más preocupante es que solamente toqué eventos recientes. Espero ya no crezcan las demandas, espero un día podamos vivir en paz, libres, y sin temores.
Feliz 2022