Diferencias entre un estúpido y un idiota
El poder y el despotismo duran poco: Séneca
Nadie en su sano juicio está en contra de que se garantice la democracia en México, pero López Obrador llama al «pueblo bueno» a participar en la consulta de Revocación de Mandato el próximo 10 de abril con el argumento de afianzar la democracia participativa. Dice: por si en un futuro llegara una autoridad y se desprende del pueblo y se siente absoluta, entonces los ciudadanos pueden decir: ‘no estás gobernando bien y vámonos a la consulta’.
Y en el show mediático matutino, montado en Palacio Nacional con recursos públicos, con la retransmisión en los canales del Estado y la inmediata publicación de sus dichos en medios masivos y redes, el jefe del Ejecutivo continúa con lo que ha sido su gobierno: el adoctrinamiento del pueblo bueno, diario dice trabajar por las futuras generaciones, ponderando a los suyos, denigrando a los opositores.
Medio soterradas mantiene sus verdaderas ambiciones este hombre que usó el disfraz de luchador social durante décadas para llegar a la presidencia, que ignora las acusaciones de corrupción en contra de familiares y colaboradores, que condiciona «sus apoyos sociales» del presupuesto público, al usarlos como fuerza electoral para secundar sus verdaderos propósitos: afianzarse como caudillo de un sistema democrático retrógrada, apuntalado por Morena, su partido hegemónico, sostenido por un Ejército convertido en administrador sumiso.
El discurso permea y, si las palabras siembran intenciones, casi lo consigue… al menos un importante número de intelectuales, periodistas y empresas encuestadoras que realizan prospectiva política coinciden en que el año que recién se inicia será de triunfo arrasador de Morena y sus aliados visibles (PT y PVEM) e inconfesables, en los próximos comicios estatales del 5 de junio del presente año, en Aguascalientes, Hidalgo, Durango, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas .
En este 2022 nos estamos jugando importantes decisiones que podrían meter al país en el túnel del tiempo y llevarlo a épocas remotas que creíamos rebasadas.
Por lo pronto la Suprerma Corte de Justicia de la Nación y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación decidieron dejar de proteger el andamiaje jurídico-electoral que habíamos logrado en 50 años de reformas políticas, al obligar al INE a realizar la consulta de Revocación de Mandato sin partida presupuestal para ello. Sucumbe así el Poder judicial a presiones del Ejecutivo.
Un INE entrampado, sin apoyo pese a sus protestas, además de estar obligado a garantizar la consulta resultado de la terquedad presidencial, para ello deberá recortar su presupuesto en fideicomisos y programas, dedicar horas de trabajo-hombre al análisis de decenas de millones de hojas de papel apelmazadas en cajas de cartón procedentes de todo el país, a fin de certificar la legitimidad de poco más de 2.7 millones de firmas necesarias para cumplir con la consulta, y a la vez debe estar planeando su realización, por si las firmas son suficientes.
Sin duda, este ejercicio de ratificación de mandato es altamente oneroso y absurdo en un país en austeridad, sólo responde al capricho del jefe del Ejecutivo de afianzarse entre la ciudadanía con miras electorales. Más innecesario no podría ser, si son ciertas las encuestas que le conceden al mandatario más del 50% de popularidad.
Antes, entre el 17 de enero y el 15 de febrero de 2022, retornará la polémica sobre la iniciativa de Reforma constitucional en materia de energía eléctrica propuesta por AMLO, la polarización ha sido obvia entre quienes desean la nacionalización de los recursos y continuar explotando energías contaminantes y quienes apuestan a la modernización del sector y las energías limpias.
Los foros anunciados por el legislativo federal para esas fechas comprenden mesas en Comisiones, debates en el Canal del Congreso y diálogos de la Junta de Coordinación Política.
Se analizarán: el Sistema Eléctrico creado por la reforma de 2013, el papel del Estado y revisión de sus objetivos; así como la constitucionalidad de la iniciativa de la Reforma Eléctrica 2021, su impacto en el medio ambiente y la transición energética.
La aprobación en la Cámara de Diputados depende al parecer del débil y apertrechado PRI, al que muchos ya dan certificado de defunción, pues Morena junto con sus aliados, partidos Verde y del Trabajo, necesitan de votos extras para conseguir la mayoría absoluta necesaria y la aprobación de esta reforma constitucional.
Se prometió invitar a los representantes de las empresas, productores, industriales y servidores públicos para que expongan su visión, pero ya veremos si se busca incluir sus propuestas o sólo se cumple con las instrucciones de AMLO de nacionalizar esta industria.
Recordemos que PRI y PAN, junto con el PRD, hicieron la coalición electoral Va por México para los próximas elecciones y ante la indecisión del Revolucionario Institucional frente a la reforma eléctrica, Acción Nacional externó que se pondría en riesgo la estabilidad de la alianza.
El PRI tiene ante sí una responsabilidad histórica, aunque Alito –Alejandro Moreno–, presidente del partido, señaló que “nadie presiona” al tricolor y que no cederá ante este tipo de amagos y reiteró su postura de ampliar la discusión respecto al dictamen promovido por López Obrador.
Las grandes reformas del gobierno impulsadas desde el principio por la 4T se han dirigido a preservarse en el poder.
La nación está en crisis económica a causa de la larga pandemia de Covid y las decisiones erróneas gubernamentales de tripular el gasto público para centralizar en un programa de gobierno como Bienestar, de naturaleza político-electoral, las acciones de salud y asistenciales, hasta el control de las vacunas.
Se anuncia que el próximo 21 de marzo será inaugurado el aeropuerto Felipe Ängeles, y con él empezaremos a ver los resultados de construir en forma improvisada megaproyectos sin dictámen ni viabilidad técnicos.
Otra muestra de la falta de planeación es el anuncio hecho hoy por AMLO advirtiendo a empresarios quintanarroenses, desde su púlpito de Palacio, que hay cambios en la ruta del tren Maya, pero que éstos no los afectarán. Muchos excesos comete el titular del Ejecutivo en el ejercicio del poder, será porque el pueblo es él.
Por muchos frentes continúa la obra de demolición institucional que emprendió AMLO desde que tomó posesión.
Hábil, sin duda, continúa con su estrategia comunicacional de gobierno, ha logrado secuestrar para su beneficio los otros poderes de la Unión, mermar la credibilidad en todos quienes piensan diferente, con el ataque sistemático a intelectuales, científicos, periodistas, empresarios, políticos, interviniendo con incondicionales a instituciones y organismos autónomos. Su misión es afianzarse como el último caudillo.
El nuevo año me hace desear que aún puedan surgir o se hagan visibles liderazgos auténticos sociales y políticos dispuestos a servir de dique de contención al gobierno de la 4T que hasta hoy cree ir por la libre, aunque hay indicios de que crece el descontento ante errores y abusos.