Paloma Sánchez-Garnica, premio Planeta 2024, y Beatriz Serrano, finalista
OAXACA, Oax. 17 de abril de 2017.- Con 24 obras, Trine Ellitsgaard da al espectador una muestra de cómo con materiales diversos se puede llegar a una pieza textil, que sorprende por su geometría y su sobriedad.
En un comunicado, se explica que la artista danesa que desde hace más de 20 años vive en Oaxaca, reúne obra reciente en la muestra Tekstil, en el Centro Cultural y Académico San Pablo, los materiales que destacan en las piezas son, seda, cobre, hilo de vidrio, henequén, bambú, pelo de caballo, pita, ramio, papel, oro e intestinos de cerdo.
Y es que Ellitsgaard va incorporando a las fibras, elemento cotidianos, materiales que se encuentra en su andar por los mercados.
En una de sus obras vemos canastas diminutas de colores que encontró en Guanajuato. En esta pieza rememora aquellos ceñidores japoneses con mil nudos que servían como un amuleto de protección para aquellos que iban a la guerra, la artista comentó que se inspiró en esta tradición al hacer este textil, donde incluye 640 canastas; y es que al mirar la obra da la impresión de que son los nudos.
El viaje por la exposición continúa con una pieza que destaca en la sala, por su forma, el material y la sombra que refleja, se trata de una obra elaborada con intestinos de cerdo, que encontró en un mercado en Lisboa hace muchos años, estos son utilizados para elaborar salchichas y Ellistgaard convierte el material en una obra de arte.
Tekstil va guiando al espectador por distintas formas y texturas, que la creadora logra con los materiales y la técnica.
Ellitsgaard comentó que una de las cualidades del textil es precisamente la atracción que llega a tener en quien lo ve, “cuando alguien ve los materiales se fascina, siempre van a querer verlos de cerca, para encontrar cómo se hizo el tapiz o tapete, incluso te llama la atención tocar la obra, existe una fascinación”.
El escritor Michael Sledge indicó que la “variedad de formas y la incansable búsqueda de nuevas maneras de usar los materiales nos desafían a apreciar su trabajo como la expresión de una sensibilidad unificada.
Hay cualidades que nunca faltan durante los encuentros con la obra de Trine: una elegancia, un exquisito sentido del equilibrio y una sutil armonía de color y diseño”.
Agregó que la artista “ha cultivado sin cesar una visión sorprendente del arte textil, que lo mismo integra formatos tradicionales como excrecencias salvajes que conducen al tejido a territorios desconocidos”.
Las obras expuestas las elaboró en su taller, donde tiene un telar pequeño que se trajo de Dinamarca, otras en Teotitlán del Valle donde está su telar grande y unas piezas más las creó en el Taller de Afelpado del Centro de las Artes de San Agustín (CaSa).
Trine Ellitsgaard platicó que anteriormente trabajaba de 8 de la mañana a 10 de la noche, pero ahora por ocupaciones del hogar le queda poco tiempo para crear, por ello le gusta mucho el telar, “porque una vez que entras al telar, te agarra, no puedes dejarlo, empiezas a trabajar con todo el cuerpo en esta máquina y eso me gusta mucho”.
En el taller de Trine Ellitsgaard abundan los materiales, hay hilos de todo tipo que ha ido adquiriendo con el paso de los años, ahora para una de sus obras, utilizó unos hilos que compró en Dinamarca hace mucho tiempo, estos eran utilizados por los pescadores y ella los adquirió cuando la fabrica donde los hacían cerró porque entraron los hilos de plástico.
Así como este material, hay muchos que va incorporando a sus obras de arte las cuales se pueden admirar en la exposición, Tekstil, que podrá ser visitada en el Centro Académico y Cultura San Pablo durante los próximo cuatro meses, ya que cierra en agosto.