Cortinas de humo
En todo México las mujeres ya ocupan espacios que antes parecían exclusivos para los hombres. En esa medida, no es descabellado la afirmación de las voces que señalan que en México en el 2024 sea una mujer quien gane la presidencia, o en Nayarit la gubernatura en el 2027.
Ante ello hay un debate que parece que algunas de las mujeres que hoy encabezan espacios de poder y decisión no han sopesado probablemente porque el día a día les gana o porque no han visto sus asesores el escenario completo.
Me refiero al hecho de que el electorado y la sociedad castiga de forma distinta a una mujer que a un hombre en el ejercicio de gobierno y en el espacio de poder. Es por ello que las alcaldesas de Nayarit, por citar un ejemplo, no importa si son del PAN o de Morena, cargan el mismo peso de responsabilidad de hacerlo bien para que las mujeres que sigan en la carrera política, y aspiren a un cargo público de elección popular no carguen con el estigma de ser descalificadas por ser mujeres.
Parece increíble pero pareciera que a algunas de quienes en apariencia están en competencia por el 24 en Nayarit (cuando todavía no dan ni siquiera su primer informe de labores) se alegran del fracaso de las otras, y lo planteo en términos de mujer porque en ese sentido es la reflexión, no ya el resultado del trabajo de los varones que ocupan similares espacios como alcaldías, diputaciones federales o locales, regidurías, por señalar los obvios, sino de las mujeres que hablan más del futuro en lugar de atender el presente.
Futurear le llaman a ese verbo de la jerga política, pensarse en otro puesto, saltando desde el que ahora están, y para ello nada mejor que una estrategia de posicionamiento, fotos bonitas en redes, slogans pegadores, actividades o reuniones en agenda que daría envidia. Pero lo importante, los resultados, la suma de adeptos, parece que se les ha olvidado, repito: piensan más en el futuro, en lugar de trabajar en lo inmediato que es el presente.
Además, no alcanzan a distinguir que si le va mal a alguna puede ella jalar para abajo a todo el género en la siguiente cita electoral. Y en parte no lo ven tan claro porque el fenómeno es reciente, estamos apenas viviendo la época de más mujeres en espacios de poder. De la reelección, de las alianzas que antes eran impensables y de la exigencia social que es cada vez mayor.
El ámbito de la vida pública nos obliga a utilizar términos como Rectora, así en la Universidad Autónoma de Nayarit que en 53 años apenas tenemos a la primera en la persona de Norma Galván, como en la Universidad de Chile, Rosa Deves es la primera en 200 años de esa institución educativa.
Pero de nuevo, todas y cada una carga con la pesada losa de entregar buenas cuentas, de rozar la perfección ante la exigencia social y, por qué no decirlo, de los hombres que han sido desplazados de esos espacios, así como de generar resultados a favor no de un grupo de poder solamente, ni de un partido, color, corriente o demás, sino sobre todo a favor de la causa de su género, el resultado de cada una impacta en todas, el resultado de todas impactará en Nayarit y en México en muchos sentidos como ya lo estamos viendo, tanto en la política como en la grilla.
@rvargaspasaye
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