Llora, el país amado…
CIUDAD DE MÉXICO, 2 de agosto de 2018.- No se trata sólo del dinosaurio priísta Manuel Bartlett Díaz en Morena de López Obrador. También está el caso de Porfirio Muñoz Ledo, defensor de Gustavo Díaz Ordaz después de la represión al movimiento estudiantil del 68 y ahora en 2018 entregándole la banda presidencial a López Obrador.
Nada más simbólico para conmemorar los 50 años del movimiento estudiantil que un diazordacista encumbrándose en un gobierno de la alternancia. Con Bartlett y Muñoz Ledo el morenismo es una versión del viejo PRI.
Muñoz Ledo también carga en su biografía priísta el caso de la gubernatura de Nayarit en 1975: como presidente del PRI para manejar la campaña del candidato José López Portillo, Muñoz Ledo le quitó la gubernatura ganada al líder socialista Alejandro Gascón Mercado para entregársela al candidato priista coronel Rogelio Flores Curiel, jefe de la policía del DF el 10 de junio de 1971 en que ocurrió el halconazo: grupos de choque del gobierno del DF atacaron estudiantes en la calle de la Ribera de San Cosme.
Gascón Mercado, candidato del PPS, había ganado, pero Muñoz Ledo maniobró para ofrecerle la senaduría por Oaxaca a Jorge Cruickshank García, líder del PPS, a cambio de que reconociera la derrota en Nayarit. La de Gascón Mercado fue la primera gran victoria de un líder de la izquierda socialista, pero al final Muñoz Ledo manipuló los resultados para que el PRI bajo su mando no perdiera su primera gubernatura. En 1987 Muñoz Ledo salió del PRI, pasó al PRD, pactó con el PAN, se hizo candidato del PARM y terminará su carrera política en Morena.
El simbolismo de Muñoz Ledo tiene que ver con las fechas históricas: en 1968 trabajó directamente para Díaz Ordaz y pronunció cuando menos dos discursos elogiosos a la valentía de Díaz Ordaz para salvar a México del conflicto del 68 (http://indicadorpolitico.com.mx/docs/index5.php). Cincuenta años después, Muñoz Ledo va a ser el diputado que le coloque a López Obrador la banda presidencial y dirá un discurso democratizador.
Tres párrafos de los elogios de Muñoz Ledo a Díaz Ordaz por la solución en Tlatelolco:
–Fuerzas e intereses ajenos a la voluntad del pueblo pretendieron divorciarlo de las instituciones de la República y los más antiguos trasfondos reaccionarios vinieron a condensarse en la idea de que el deber más imperioso para los mexicanos es disminuir la autoridad del Estado e inventar un nuevo régimen constitucional.
–Los últimos movimientos de rebeldía y de protesta han dejado como secuela inmediata el aumento de poder de los enemigos del cambio social. Con la más estricta objetividad podemos afirmar que los conflictos sociales que tuvieron lugar en México y que llegaron a poner en peligro la paz pública no dejaron como saldo el más mínimo incremento de poder o de influencia en favor de quienes se oponen a la transformación acelerada y a la autonomía del país.
–En ejercicio de ese mandato, el Poder Ejecutivo tomó sus decisiones y la responsabilidad que asume, es —al mismo tiempo— la reafirmación de la soberanía externa del Estado y de la supremacía del poder público en el interior del país.
Política para dummies: La política es la lucha de la amnesia contra la memoria.
Si yo fuera Maquiavelo: “El conspirador siempre cree que el pueblo quedará contento con la muerte del príncipe y jamás, si sospecha que se producirá el efecto contrario, se decide a tomar semejante partido, pues son infinitos los peligros que corre el que conspira”.
Sólo para sus ojos:
· Recuerde revisar todos los días el sitio www.seguridadydefensa.mx para enterarse de los juegos geopolíticos de poder.
· Adquiera vía mercado libre el libro La crisis de México… más allá del 2018, de Carlos Ramírez, para entender lo que viene después de las elecciones https://buff.ly/2KeacRi y en las librerías Porrúa en todo el país.
· Algunos analistas creen que López Obrador cayó en una trampa: si mantiene a Bartlett en CFE, pierde; si lo cesa, pierde. Lo que queda es que Bartlett decida inmolarse, renuncie y se retire. Si no, va a hundir algo de la credibilidad del tabasqueño.
· No pierdan de vista el Estado de México, porque Morena y López Obrador van a sitiar política y presupuestalmente a la entidad, debido a que será el último refugio político y de poder de Peña Nieto cuando deje la presidencia. Hay preocupación en el gobierno de Alfredo del Mazo.
· Famosas últimas palabras: “Amor y paz”, reacción inmediata del candidato ganador López Obrador ante el muro como agenda bilateral, cuando se necesitaba de una definición de política exterior bilateral y no un chiste desgastado.
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