La Constitución de 1854 y la crisis de México
CIUDAD DE MÉXICO, 19 de septiembre de 2018.- El inefable Porfirio Muñoz Ledo, actual presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, pretende reformar el Congreso, para devolver la dignidad y eficiencia que ha perdido el quehacer legislativo.
Por lo menos esa es su intención al presentar a iniciativa de Ley del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, que abroga la Ley Orgánica.
En las últimas semanas Muñoz Ledo ha estado trabajando en este proyecto que considera clava para la refundación de la Republica, lavándole la cara a la Cámara de Diputados.
Sostiene el ex que fuera presidente del PRI y del PRD, candidato presidencial, secretario de estado, embajador, diputado, senador y hoy de nueva cuenta diputado, que tres cuartas partes de los ciudadanos consideran malo o muy malo el desempeño de los diputados, debido a los abusos y sumisiones que los han desacreditado.
Por eso espera que en un año queden canceladas las corruptelas que han dañado la imagen y eficacia del poder legislativo, con transparencia, austeridad y rendición de cuentas.
Sin duda, esta iniciativa de Muñoz será aprobada en cuanto sea presentada ante el pleno cameral, pues no solo será apoyada por los legisladores de Morena, sino que recibirá el voto aprobatorio de los de las otras bancadas, principalmente porque nadie se va a arriesgar a ser exhibido.
Por cierto, de aprobarse esta nueva ley del Congreso, se volverán a abrir las puertas del recinto legislativo al presidente de la república en turno, para que acuda a rendir su informe anual de gestión gubernamental.
No importa que hayan sido ellos, los perredistas, petistas y anaranjados, quienes hayan propugnado todo el tiempo para acabar con lo que llamaban el Día del Presidente, y le hayan dado con la puerta en las narices a Vicente Fox y Felipe Calderón.
EL PULSO.-
Le cuento que las Comisiones legislativas que en otras legislaturas ya estaban integradas por estas fechas, quedarán listas hasta la primera quincena de octubre, debido a que los mandamás de Morena, encabezados por Mario Delgado y Pablo Gómez Alvarez, no se han puesto de acuerdo en la repartición.
Saben de antemano que no va a ser posible que ocupen diputados de Morena todas las presidencias y las secretarías, pero pretenden que, por lo menos, tengan el control de 40 de las 56 comisiones ordinarias**
El ex líder nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, reconoce que aspiraría a presidir la Comisión de Energía, porque es un área que conoce bien, pero igual acepta que son tantos los morenistas que quieren esa comisión, que resulta prácticamente imposible que se la dejen a él.
Incluso dice que en las reuniones que han tenido los coordinadores, ni siquiera los dejan exponer sus pretensiones, lo único que negocian es el orden del día de las sesiones, los demás son temas tabúes**
Y nos enteramos que los caciques de Tantoyuca, Veracruz, llegaron a la Cámara de Diputados.
Se trata de Jesús Guzmán Avilés y Rosario Guzmán Avilés, hermanos que se ganaron la curul por su influencia en el PAN, lograda principalmente por su hermano Joaquín Guzmán Avilés, quien nada más ha sido tres veces presidente Municipal de Tantoyuca y tres veces diputados local, y ahora anda peleando con uñas y dientes la presidencia del comité directivo estatal del PAN, aprovechando el debilitamiento del todavía gobernador de la entidad, Miguel Ángel Yunes Linares, y su grupo en el que se encuentran sus hijos Miguel Ángel y Fernando, esta actualmente acalde de Veracruz.
Chulada de política mexicana.