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OAXACA, Oax. 5 de mayo de 2017.- El maestro Francisco Toledo exhibirá por primera vez su creación artística en Oaxaca.
Con 77 años de edad, Francisco Toledo dice que no es difícil dibujarse con arrugas, aunque la muestra de 120 obras lo presentará también en sus etapas de niño, de adolescente y otras etapas de su vida.
Es su cara, son sus trazos, una forma de trascender, aunque para el maestro Toledo, la permanencia de la obra es más importante que la de su nombre.
En una conversación con periodistas, Francisco Toledo comparte uno de sus deseos: que las instituciones continúen y sean sólidas para que cuando ya no esté sigan la labor que él ha estado haciendo.
“Mover la cultura cuesta, no estando yo, pues de dónde, por eso nos acercamos al INBA y ligados con instituciones, hay que prepararse para dejar lo que se ha ido formando”, dijo.
Su interés es organizar con la Federación la permanencia y continuidad de sus proyectos.
También habló del éxito, del que dijo, no lo ha buscado, pero lo ha conseguido.
“Han salido las cosas, no me lo he propuesto, no soy un hombre de voluntad que diga voy a París y quiero triunfar; voy a estar en la mejor galería, todo ha sido accidentalmente ¿o ustedes me ven diferente?”, preguntó entre risas.
La exposición en el IAGO se denomina Naa Pia’, que significa Yo mismo en zapoteco, y estará vigente a partir del 6 de mayo de las 12 del día, cuando se inaugure formalmente.
En ella podrán admirar 120 obras entre óleos, pinturas de técnica mixta en hojas de oro y plaza, incrustaciones de objetos como madera y cerámica.
La muestra tendrá una permanencia de dos meses y será la primera vez que la obra del maestro Toledo se presente en este espacio promovido por él.
Con 50 años de trayectoria artística y 77 años de edad, quien ha huido de los reflectores se muestra como uno de los iconos de la cultura contemporánea y se reafirma en su técnica.
No es un tributo al ego, sino el reflejo de quien ha dedicado su vida a la pintura, a las artes en general y al impulso permanente de nuevos talentos y de espacios para la cultura.
“Soy yo, el que puede estar quieto, o puede estar frente al espejo, sin moverme, sin perder intimidad en el trabajo porque no hay otra persona a la cual estás dibujando”, expuso.
A Francisco Toledo le gusta ver autorretratos y tiene referencias como aquel autorretrato de Rembrandt de viejo, de dicha obra dijo que es increíblemente bella y él fue especialmente a ver La pieza a Colonia, Alemania.
Sobre si cuesta trabajo pintar la vejez el artista señaló que no, que sólo los rasgos se acentúan y para el “hay algo que hace que sea más fácil de reconocerme, que el parecido pueda ser más verídico, ahora a diferencia de hace unos años, pero nunca la preocupación fue de que tenía que parecerme. De poner todas las arrugas, me quito y me pongo arrugas como quiero”.