Aunque lo nieguen, sí hay terrorismo
CIUDAD DE MÉXICO, 28 de febrero de 2020.- El ánimo que ha despertado el movimiento feminista y que tendrá un momento estelar el próximo 9 de marzo tiene diversos orígenes, muchos puntos en común, pero también dudas sobre el futuro.
Y esto se debe no tanto ya porque no se sepa qué hacer en esa jornada, esa parte se tiene al menos en teoría o en esencia clara, lo que muchos tenemos dudas es que un gran sector de hombres y de las mismas mujeres no estamos preparados para lo que viene.
Lo cual resulta natural si comprendemos un poco el contexto. Son fenómenos nuevos, heredamos una formación y una manera de ser, pensar y actuar que dista de la realidad.
No estamos preparados, pues una buena parte de nuestra formación básica radicaba en la diferencia por encima de otras cosas. Lo azul es para los hombres y lo rosa para las mujeres, hasta la fecha en un grupo de posgrado si llega un varón con camisa rosa levantará burlas de sus compañeros, ergo, no tiene que ver con formación académica el tema.
No estamos preparados porque muchas mujeres escucharon en sus casas el ruidoso silencio de quien se aguantaba los golpes, los insultos o las groserías porque así es porque lo hago por los niños, o frases que todos en algún momento conocimos.
No estamos preparados porque los patrones remarcados en los medios de comunicación nos decían que así era, y que estaba bien, que el domingo es el día del futbol, de la cerveza y del descanso del hombre de la casa. Mientras que la mujer no tenía ese derecho.
Y no estamos preparados porque no se trata ya de volvernos expertos teóricos, aunque a nadie le viene mal saber un poco más sobre el tema, sino de ampliar el sentido común y darse cuenta de que hay cosas que no son como nos han dicho que deben ser.
Pero no todo está perdido. Pese a no estar preparados ya se comenzó con algo, y no es poca cosa, la visibilidad del fenómeno, seguido de su reconocimiento en el marco legal.
Vivimos un excelente ejercicio democrático, lleno de libertades, que ojalá muchos entiendan y aprovechen para redireccionar su comportamiento, pero sobre todo su forma de ver y leer la realidad.
Mal hacen aquellos que quieren denigran o descalificar el movimiento, o endilgarlo a una persona o grupo. En este momento nadie es más poderoso que el Presidente de la República y él mismo lo sabe, señalar que los conservadores están detrás del movimiento sería reconocer que hay alguien más poderoso que él.
No estamos preparados para este nueve de marzo, ni para las voces de las feministas ni para tener respuestas, pero siempre es un buen momento para comenzar.
@rvargaspasaye