Pensar en lo pequeño y lo fácil al planificar cosas grandes y difíciles
Cada 23 de diciembre, el Zócalo de Oaxaca se transforma en un espacio mágico donde el arte, la cultura y la historia se entrelazan en una celebración única: La Noche de Rábanos.
La Noche de Rábanos tiene sus orígenes en el siglo 19, cuando los campesinos de los Valles Centrales de Oaxaca llegaban a los mercados para vender sus productos agrícolas.
En un esfuerzo por atraer a los compradores, comenzó a tallar los rábanos en formas decorativas, recreando escenas de la vida cotidiana, figuras religiosas.
Con el tiempo, esta práctica dejó de ser un simple acto comercial y se convirtió en una expresión artística y cultural, dando paso a la festividad que conocemos hoy en día.
Desde 1897, el municipio de Oaxaca de Juárez organiza este concurso que atrae a millas de visitantes nacionales e internos.
Hortelanos muestran su creatividad
Hortelanos muestran su creatividad, ingenio y habilidades para confeccionar un mundo de figuras y grandes composiciones vinculadas con las tradiciones oaxaqueñas para la tradicional Noche de Rábanos.
No solamente se exponen figuras hechas con rábanos, sino también confeccionadas con flor inmortal y hojas de totomoxtle.
A 127 años de iniciada, la tradición continúa con las familias que por varias generaciones lo han hecho. Ahora también participan niños, niñas; estudiantes y artistas profesionales. Entre todos han enriquecido las presentaciones que cada año convocan a más visitantes y se han convertido en un atractivo turístico.