Economía en sentido contrario: Banamex
CIUDAD DE MÉXICO, 3 de noviembre de 2017.- Si no la hemos visto casi es seguro que conozcamos a alguien que ya la vio y habla maravillas de la película ‘Coco’ el más reciente lanzamiento de la casa Disney Pixar.
Son muchas y muy variadas las razones. Daré, en mi opinión, algunas representativas:
1) Las imágenes. Son del cómo nos gustaría que fueran muchos de nuestros panteones en Día de Muertos. Claro que hay algunos que así visten o arreglan, y que conocemos por fotografías o video y por lo tanto se nos hacen cercanos.
2) Los personajes. Se vuelven entrañables, parte de la familia. Tarde que temprano nos identificamos con alguno o vemos a algún familiar retratado en cualquiera de ellos. Tienen variedad de edades, tamaños y colores. Pero también en el carácter, comportamiento y decisión.
3) La música. En México traemos la música por dentro, en la felicidad o la desgracia siempre hay un himno o un canto para hacerle frente. Las canciones, sin tener las letras profundas o los arreglos magistrales logran conectar de manera exacta con los hilos de los sentimientos.
4) La historia. Ese enlace entre las andanzas de los vivos y la de los muertos no es la primera vez que lo vemos en la pantalla grande, pero aquí se da de forma natural. Aderezado con el mensaje de que la verdad prevalece por encima de las mentiras.
5) Los detalles. Los alebrijes son espectaculares, pero además cobran relevancia pues son esa especie de ángel de la guarda. O los pétalos de cempasúchil, el camino al mundo de los vivos y el traslado mágico a otras vidas. La guitarra, homenaje a toda una tradición de música y arte. La chancla de la abuela, la silla de ruedas de la bisabuela, la plaza… en fin, una lista larga de detalles.
Un último punto que agregar es el del miedo. El miedo que todos tenemos al olvido. Aspiramos a algo más que la inmortalidad del momento (citando a José de la Colina).
PD: A mí no me desagradó el corto que pasan antes de ‘Coco’, incluso creo que es un extraordinario mensaje el de tener tradiciones familiares navideñas. Pero un corto de más de 20 minutos sumado a todos los comerciales que ponen antes de las películas hacen que se vuelva casi eterno.