Nueva carretera, otros reclamos

La presidenta Claudia Sheinbaum llegó a Oaxaca para inaugurar una obra carretera que enlazará en tiempo récord a los Valles Centrales con el Istmo de Tehuantepec. Es una vía recuperada durante el sexenio del presidente López Obrador que habían dejado abandonada, prácticamente, los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

Sujeto el avance de la obra a la lógica financiera de las grandes constructoras que siempre actuaron con ventaja, finalmente se impuso el compromiso de Obrador de entregarle a Oaxaca, entre otras obras, caminos artesanales a cabeceras municipales, la súper carretera Barranca Larga- Ventanilla, (Oaxaca-Puerto Escondido) y ésta, la Mitla-Tehuantepec, que ampliará la conectividad del sureste de México con el altiplano, pasando por Oaxaca de Juárez. Sueño largamente acariciado por los pueblos de la zona más estrecha de la República beneficiada también, en los tiempos de la Cuarta Transformación, con el proyecto del tren interoceánico.

Interesada en mejorar el bienestar de la gente y la conectividad en las zonas mixteca y costa chica (Juxtlahuaca, Villa Putla de Guerrero- Villa de Tututepec), la mandataria conocerá la carretera Alfonso Pérez Gasga que impulsó el expresidente Lázaro Cárdenas del Río, cuando fungió como Vocal Ejecutivo de la Comisión del Río Balsas, programa federal que en los años sesenta benefició con obras a los habitantes del “país de las nubes”, pero que fue desmantelado cuando el General falleció. Es un acierto voltear hacia una zona tradicionalmente marginada y excluida hasta de lo más necesario, donde la violencia se enseñorea a causa de pugnas intercomunitarias, como sucede en la micro región triqui.

La visita a Oaxaca se produce en un contexto que empieza a dar visos de que algo se está quebrando entre la autoridad morenista con grupos y sectores que se han visto lastimados,como el caso de los burócratas o de quienes tratan de impedir la instalación de un centro de transferencia de residuos sólidos. Se refleja palmariamente en la reunión del presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, con los afectados por el decreto de eliminación de más de mil 300 plazas laborales, bajo el argumento de que habían sido obtenidas por la vía de la corrupción.

Que Sheinbaum tenga que enterarse de este tema, por interpósitas personas cercanas al círculo presidencial como puede ser el senador Noroña o la dirigencia del Partido del Trabajo, es cargarle la mano en exceso. Con todo respeto, hay asuntos de Estado mucho más importantes que actualmente requieren de todo el talento y atención del gabinete federal morenista. 

El foco de tensión y preocupación actual es Donald Trump, quien con un séquito de súper millonarios y personas trastornadas de poder -como en los tiempos de Hitler- trata de doblegar a sus socios comerciales y, en el caso de México, expulsar a miles de migrantes que representan mano de obra barata que fortalece la economía estadounidense. 

Repatriación masiva que, si se consuma, requerirá de programas emergentes económicos y de empleo, porque las principales regiones oaxaqueñas expulsoras de mano de obra podrían ser castigadas por la falta de remesas que nuestras paisanas y paisanos envían desde la Unión Americana.     

La intervención de Noroña, sin embargo, por la calidad del cargo que ostenta, podría tener algún efecto fuera del orden local. Lo que se logró es poner en la mira a Oaxaca como una entidad donde se evidencian fallas en la capacidad de gobernar de manera tersa y consensada con los diversos actores. Empezar a poner remedio, antes que suceda con las peticiones de renuncia que tiene en contra otro gobernador morenista ineficaz como Rubén Rocha Moya.

Los desatinos ya han logrado la articulación de diferentes colectivos y organizaciones, como el Observatorio Comunitario del Agua que ha exigido derecho a la protesta social, a la información y a la consulta sobre el manejo de los residuos sólidos en los Valles Centrales. Asimismo, reprueban el uso de la violencia y de sindicatos de transportistas que,en colusión se infiere, con funcionarios de gobierno, ejercieron violencia para desalojar a mujeres, niñas, niños y personas mayores, vecinos de San Antonio de la Cal y Santa Cruz Xoxocotlán.

Este reclamo requeriría la urgencia de implementar consultas públicas, información técnica y de riesgos suficiente, cuando se trata de avanzar en la resolución de problemáticas tan sensibles como la de los residuos sólidos o cualquier otra iniciativa donde esté de por medio la intervención o afectación del medio ambiente. 

@ernestoreyes14