Padre Marcelo Pérez: sacerdote indígena, luchador y defensor del pueblo
CIUDAD DE MÉXICO, 1 de febrero de 2018.- Será coincidencia o ironía, pero el caso es que el nuevo Primado de México el cardenal Carlos Aguiar Retes, tomará posesión de su cargo el próximo 5 de febrero día en el que se celebran los 101 años de la Promulgación de la Constitución Mexicana. Aunque el término primado es de reciente cuño- e incluso algunas iglesias evangélicas lo usan-, aquí ha habido liderazgos desde 1530 con Juan de Zumárraga, que pretenden imponer su ley desde la perspectiva extraterrestre. El cardenal, que ejerció como arzobispo en Tlalnepantla, será el quinto primado de la Arquidiócesis de la Ciudad de México, puesto creado en 1956 y que implica derechos honoríficos sobre los prelados de su jurisdicción. Estos no incluyen todas las diócesis y arquidiócesis del país, que son en total 65 las primeras y 18 las segundas, en cinco sedes cardenalicias. Están dentro, además, cinco prelaturas y dos epartías, circunscripciones maronitas, una libanesa y otra griega. Hay aparte, una prelatura destinada ex professo al temible Opus dei. Como se ve, la iglesia católica tiene instalado un poder terrenal dictado desde un país extranjero, la Santa Sede-Vaticano, que le hace lo que el viento a Juárez al gobierno mexicano. No es de sorprenderse, entonces, que algunos medios señalen reiteradamente a la católica, como “la iglesia” dándole de hecho posición de iglesia de estado, pese a la existencia en el país de miles de creencias, iglesias y confesiones de todo tipo. La católica se adjudicaría alrededor de 8 millones de creyentes solo en la zona metropolitana y diócesis en las que ejerce en momentos en que algunos expertos consideran que la mencionada denominación habría bajado al 68 por ciento de las preferencias. En el censo del 2000, la cifra era cercana al 90 por ciento de la población. Pero en el 2005, organismos especializados habían calculado el descenso a 86 por ciento. El acto de toma de posición de Aguiar Retes tendrá caracteres solemnes y la entrega la hará el cuestionado ex Primado Norberto Rivera Carrera. Ha habido reuniones al respecto del que es el Venerable Cabildo de la Catedral Metropolitana, cuerpo de canónigos que le dan formalidad, apoyo y presencia al nuevo funcionario eclesial. ¿Que saldrá ganando la Ciudad de México? No lo sabemos.
OTRO AGUIAR CONTRA SOR JUANA.
Norberto Rivera Carrera duró en su puesto de primado 22 años, y ellos determinó pese a su deterioro personal como presunto protector de pederastas, parte de las políticas eclesiales de la zona metropolitana. Hay que recordar que por la presión eclesial, fue pospuesta la iniciativa de regular a nivel federal los matrimonios del mismo sexo, promesa que había hecho el ejecutivo a la comunidad gay y que incumplió. Rivera Carrera se sumó a la fama que dejaron tipos como el otro Aguiar en la historia de los prelados en México, aunque él era español. Mencionado por Octavio Paz en Sor Juana Inés de la Cruz o Las trampas de la fe, Francisco de Aguiar y Seijas Ulloa, fue jefe de esa iglesia de 1680 a 1698 y uno de los detractores de Sor Juana. Aunque algunos historiadores lo desmienten, el poeta y premio Nobel lo señala como un hombre colérico que hostigó a la religiosa por el solo hecho de ser mujer. La jerarquía lo ha propuesto reiteradamente para ser canonizado. Reducida por la presión eclesial, la notable monja de fama universal, clausuró su escritura y murió joven, a los 46 años. Está también, entre otros, el caso de Pelagio Antonio de Labastida y Dávalos, prelado que enfrentó la reforma juarista y la desamortización de bienes durante 18 años y se alió con Maximiliano de Hasburgo, con el que tuvo puestos políticos. Aunque se habla de la cercanía de Aguiar Retes con el papa Francisco, su trayectoria no evidencia hasta ahora una postura diferente a la de los altos dignatarios de la Conferencia Episcopal Mexicana, porque finalmente el papa piensa como ellos y se vio en su reciente gira por Sudamérica. De hecho no se conocen a fondo los cambios que propondrá el nuevo primado. La reiterada relación de altas y bajas que se da entre el gobierno mexicano y la iglesia católica, toma caracteres más profundos en la capital de la república por la apertura que se ha dado a problemas cruciales, en las leyes de la localidad. El matrimonio entre personas del mismo sexo y el derecho al aborto, son ejemplos y que han colocado a nuestra legislación entre las más avanzadas del mundo. El semanario Desde la Fe, órgano de la propia arquidiócesis, ha calificado a nuestra circunscripción como “Una entidad política en donde se aplican las disposiciones legislativas que van contra la dignidad de la vida y la familia”. De entrada ello plantea un primer problema con el nuevo primado que pretende como se ha dicho, conciliar y lo otro será el tema de la pederastia que signó los últimos años de Rivera Carrera.