Economía en sentido contrario: Banamex
El Movimiento Social Oaxaqueño
OAXACA, Oax., 26 de junio de 2016.- Es indudable que lo que acontece en un espacio de tiempo determinado y en un cierto lugar de este mundo, no muestra su esencia ni su naturaleza, los hechos sociales aparecen como fenómenos, impactan la percepción de las personas, percepción que está envuelta en un mundo de valores y subjetividades.
Para captar la realidad de estos fenómenos es menester “dar un rodeo”, partir del hecho social, de lo concreto, elevarse a lo abstracto, a las causas y leyes de desenvolvimiento del fenómeno, emplear los argumentos de la razón y regresar al hecho o a los hechos, pero ya pensados, analizados, aprehendidos y comprendidos.
Esto es precisamente lo que habría que hacer con los acontecimientos que se están desarrollando en tierras Oaxaqueñas. No hacer “el rodeo” mencionado, ocasiona que las percepciones de los ciudadanos estén llenas de subjetividades que están ocasionando divisiones entre las familias y amigos, porque cada quién trae su costal de interpretación sobre estos hechos.
Lo primero que habría que decir sobre estos acontecimientos, es la transformación cualitativa de un movimiento magisterial, en defensa de unos intereses concretos, legítimos o no, en un movimiento social que recoge una serie de inconformidades, no sólo del sindicato de maestros, sino de grupos antisistema, como lo es el Ejército Popular Revolucionario (EPR), los inconformes por los resultados electorales, tales como las organizaciones que giran alrededor del Partido MORENA, o de grupos de autoridades municipales y comunitarias que han sido objetos de abusos por las autoridades gubernamentales de cualquier signo, en especial por el gobierno del Estado.
O la manifestación de pobladores que no aguantan más las condiciones de miseria en que viven, mientras observan la manifestación de la riqueza de los gobernantes y funcionarios públicos, producto, desde luego de la corrupción. Esto explica que una organización vertical, de control, corrupta en lo general, con manifestaciones fascistas hacia sus agremiados, es decir los maestros, se convierta en punta de lanza del movimiento social oaxaqueño. Movimiento que incorporando una base indígena, que con autenticidad está reclamando al régimen político su falta de atención de su condición de colonialidad y del cerrazón del Congreso oaxaqueño para aprobar la Reforma Constitucional que contiene sus reivindicaciones más elementales.
Si el gobierno de la República y el local, no atienden esta transformación cualitativa y tratan de contextualizar este fenómeno como sólo una cuestión de la Sección XXII, cometerán un grave error.
Veamos lo expresado por los principales actores para mostrar la falta de entendimiento, principalmente por las autoridades. El reduccionismo más profundo de este movimiento y en consecuencia de su acción sobre el mismo, lo expresó el gobernador del Estado, al expresar que la acción de su gobierno ante las movilizaciones fue la de preservar el orden público y garantizar la seguridad de los ciudadanos.
Claro que se está de acuerdo con tan elemental función y atribución de todo gobierno, pero esto no quiere decir que se utilice la fuerza pública sin más para cumplir con esta obligación, el recurso de la violencia legítima se utiliza como recurso de última instancia. El recurso del diálogo , como primera instancia, se cerró para el movimiento.
Después de los hechos violentos en el Estado, en especial lo sucedido en Nochixtlán, el gobierno federal, tuvo la necesidad de establecer una mesa de diálogo en condiciones de fuerza. Mesa que por cierto el gobernador de Oaxaca fue ignorado. Por su falta de habilidad, visión corta de las cosas, ineptitud e ineficacia al tratar con el movimiento, el gobierno de Oaxaca fue superado por el movimiento. Triste papel del llamado “gobierno del cambio”, vapuleado en las urnas y superado por el movimiento social.
Así, el segundo hecho, de los acontecimientos de Oaxaca, es la reducción del gobierno de la “alianza” a su mínima expresión, reducción que tiene su expresión en el enjuiciamiento de sus antiguos aliados, como lo fueron el PRD, las organizaciones sociales y miembros de su propio gabinete. Gabino Cué está más solo que nunca.
Un elemento más para explicar este fenómeno y estar en “el rodeo”, consiste en que la transformación de la movilización del sindicato de maestros en movimiento social no se puede entender sino lo vinculamos con las elecciones del 2018. El apoyo irrestricto al movimiento de Andrés Manuel López Obrador, la terquedad y la defensa a ultranza del secretario de educación Aurelio Nuño de la Reforma Educativa, “la aplicación de la reforma educativa es el proyecto central y esencial que requiere nuestro país para ser exitoso en el siglo XXI…no sólo va a continuar sino que se va a profundizar” (Periódico La Jornada, 23 de junio, 2016). Por esto se le va candidatura en ello, su negativa de participar en la mesa de diálogo es explicado porque a su consideración, el tema es político y no educativo. El movimiento tiene sus primeras consecuencias, Aurelio Nuño es ya un cadáver político al igual que Gabino Cué.
Al secretario de gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, le cayó el movimiento como de perlas, si sale avante en las negociaciones sus bonos crecerán y será un precandidato fuerte para el Presidente de la República y de su partido. Para el secretario de gobernación “el aspecto fundamental de esta reunión ( de la mesa de diálogo), fue avanzar en la solución del conflicto…las dificultades que se han presentado y cómo poder resolverlas” (La Jornada, 23 de junio 2016). Dentro de los problemas está la Reforma Educativa dijo Osorio Chong.
La mesa de diálogo que se le había negado a las diversas expresiones de la CNTE en el país, fue un triunfo para el movimiento magisterial, ser tomados en cuenta por el gobierno federal después de un año de negativa, además de ser secciones de un sindicato nacional que tiene la titularidad para cualquier tipo de negociaciones que los deslegitima para negociar. Víctor Manuel Zavala Hurtado dirigente de la sección en Michoacán, lo expresó con toda nitidez: “ hoy logramos un objetivo muy importante; recuperar la relación laboral y la bilateralidad; somos reconocidos como interlocutores válidos para reflexionar sobre la política pública educativa, lo que representa un gran orgullo”(La Jornada, 23 de junio 2016).
Está muy claro que la esencia del fenómeno expresa su transformación cualitativa, de un movimiento magisterial ilegítimo, en defensa de sus privilegios y abusos, se transforma en un gran movimiento social que está expresando su rechazo a un régimen económico injusto, a un régimen político corrupto y a un modelo de desarrollo, muy eficiente para la producción de pobres.
Las corrientes de simpatía por este nuevo movimiento social que ha superado a la propia Sección XXII, en lo particular produce urticaria a la población, y sumarse a las reivindicaciones de los pueblos indígenas, que desde la colonialidad, pueden y deben enriquecer a este movimiento social. La lectura debida de esta realidad es obligación del nuevo gobierno, so pena de verse arrinconado por este movimiento en todo el sexenio.