
Respuestas
La democracia como forma de vida
En el contexto del cambio de epoca en el que estamos inmersos los conceptos basicos de la civilizacion moderna y contemporanea estan sometidos a prueba.
Así, está en duda la confianza social en la democracia entendida en términos de la participación del pueblo o la ciudadanía en la toma de decisiones políticas o de gobierno y de resultados tangibles de estas en favor del goce y ejercicio de los derechos de la mayoría.
Esta documentado que en diferentes regiones y paises en donde se realizan de manera periódica elecciones pluralistas o con mas de un partido o candidato ese indicador ha descendido junto con el ejercicio del sufragio (hoy mismo en Irak, por ejemplo, con 20% de participación), salvo excepciones alentadoras.
Hay incluso quienes sostienen que los riesgos que enfrenta la democracia pluralista esta vez serán insuperables.
Más aún, hay quienes consideran que es pertinente o justificable sustituir la democracia pluralista por algún otro modelo –chino o talibán quizás– a condición de que redunde en resultados materiales concretos para la mayoría de la población sumergida en pobreza de diversos tipos.
El cuestionamiento que se escucha es inquietante:
¿Para qué celebrar elecciones si los gobiernos resultantes no cumplen con sus promesas o los compromisos con la igualdad y la justicia social?
¿Para qué cambiar de partido o gobernante si todos hacen lo mismo y ninguno resuelve de fondo los problemas públicos?
¿Para que toda esa parafernalia costosa sin resultados concretos y útiles para la vida diaria?
¿Para que la democracia si no hay ingreso, empleo o salarios dignos, al menos un minimo vital cubierto, alimento, vivienda, salud o educación que ayuden a vivir o ya de plano al menos a sobrevivir con dignidad?
¿Para que gobiernos marcados por tanta corrupción, irresponsabilidad, impunidad y hasta cinismo?
¿Para que?
El malestar con la democracia no es nuevo, pero sí recurrente según las circunstancias de modo, tiempo y lugar.
En algunos países, localidades y contextos tales preguntas no son tan frecuentes o pesadas y tampoco obtienen respuestas en sentido negativo absoluto.
Más aún, con todas las debilidades y problemas que, en efecto, presenta el modelo democratico pluralista, todavía un porcentaje mayor de personas –sobre todo la juventud que es mayoría– lo prefiere sobre cualquier otra opcion de gobierno.
Es debido a esa convicción que en casi todos los países del planeta, salvo un puñado que no lo comparte, continúan celebrando comicios y resolviendo sus conflictos a través de vías institucionales, por ejemplo, los tribunales electorales.
Aun con los constreñimientos impuestos por la pandemia, las elecciones se han sobrepuesto y llevado a cabo.
Ello conduce a la reflexión de que lo que requiere el formato democratico pluralista no es su relevo ingenuo sino mejores circunstancias socioeconómicas, políticas y culturales para evitar su sometimiento a tentaciones populistas autoritarias.
Ahora bien, dado que la democracia opera en un círculo interactivo con esos otros sistemas o circunstancias de los que también es contexto, deviene indispensable que la propia sociedad y la ciudadanía tomen en sus manos la corresponsabilidad del gobierno democratico.
Esto significa el deber de participar en todos los ámbitos y niveles de la vida pública con integridad y conciencia social. No dejar que los derechos, individuales o colectivos, sean sacrificados en la piedra de la incapacidad, la negligencia, el abandono o el pretexto de la complejidad.
De nosotros depende que la democracia sea preservada y fortalecida y que los gobiernos ajusten y corrijan mediante su apertura a la coparticipación y la rendición de cuentas, no de cuentos.
De nosotros depende que la Constitución democrática no sea un papel arrugable y desechable.
De nosotros y solo de nosotros que la democracia rinda sus mejores frutos para la mayoría y las minorías.
Que la democracia sea una forma de vida no depende solo de la estructura jurídica o del régimen político.
Depende de que vivamos y convivamos con sus valores todos los días.