La Constitución de 1854 y la crisis de México
CIUDAD DE MÉXICO, 31 de enero de 2020.- Ya tuvimos el resultado del comportamiento de la economía el año pasado: caída brutal a -0.1 por ciento en manos de los que prometieron crecer al cuatro a fin de generar el millón 200 mil empleos al año para absorber la fuerza laboral que es preciso emplear.
El Presidente dijo en marzo, en respuesta al FMI, que asombraría al mundo con sus resultados económicos de 2019.
Hoy, con las cifras concretas, tiene que explicar cómo hizo para tirar bajo cero la economía de un país que crecía al 2.5 por ciento al año.
La población aumenta 1.4 por ciento cada año y la economía retrocede a –0.1.
Resultado a la vista, y obvio: empobrecimiento del país, falta de empleo, más delito y más informalidad.
¿Para eso querían gobernar?
¿Para empobrecer al país, aumentar las víctimas del delito, hundir la economía por caprichos y convertirnos en el “patio trasero” de Estados Unidos porque de lo contrario nos ahogamos?
Con mentiras, gracejadas, caprichos y dogmas que nos muestran la evidencia de sus errores, no se construye una patria mejor.
El reparto de dinero a casi 30 millones de personas, clientela electoral de Morena en su mayoría, sólo se puede hacer si hay actividad económica suficiente para que el fisco obtenga recursos. No va a haber.
Veremos recortes presupuestales y cómo se abren hoyos (en estos meses, medicinas y gasto médico) para tapar otros hoyos.
No pueden con el paquete de gobernar, no rectifican y tampoco dicen la verdad.
Anteayer el Presidente dijo en su conferencia matutina que “se rescató a Pemex”. ¿En serio? No es así.
Dijo textual: “está muy bien Pemex, se rescató a Pemex, eso es lo que puedo decir… ¿Qué es lo que celebramos ahora. Que se detuvo la caída en la producción y ya tenemos un repunte en la producción”.
Falso. Pemex produjo en 2018 la cantidad de 1.81 millones de barriles diarios. Y en 2019, año del “rescate” que festeja el Presidente, 1.68 millones de barriles diarios.
¿Cuál rescate? ¿Cuál repunte?
En 2019 el gobierno le inyectó a Pemex cinco mil millones de dólares (97 mil millones de pesos) y cayó la producción de petróleo, cayeron sus exportaciones a nivel de 1981 (en volumen) y vendió menos gasolina que en 2018.
Se vendió menos gasolina en 2019, año en que –dicen- no hubo huachicol (combustible ilegal en el mercado). Y se vendió más gasolina legal cuando había huachicol. No cuadra.
Diana Nava, reportera de El Financiero, publicó el lunes que las exportaciones de petróleo en 2019 cayeron 6.8 por ciento (en volumen) respecto a 2018. En dinero la disminución fue de 18.4 por ciento. Lo anterior está en el anuario estadístico de Pemex.
La misma reportera publicó el martes, basada en las cifras oficiales, que de los trece campos prioritarios de Pemex en 2019, sólo comenzaron a producir tres.
El director de Pemex dijo que a finales de diciembre estarían produciendo 103 mil barriles diarios de crudo, pero sólo produjeron cuatro mil 417 barriles diarios.
Es decir, sólo el cuatro por ciento de lo calculado por el director de la empresa.
Y el consumo de gasolina en el país (enero-noviembre) se redujo en 6.1 por ciento.
¿Qué festejan?
Bueno, no se les da la economía, pero… y qué pasó con la relación decorosa con Estados Unidos.
La debilidad económica en que nos ha puesto la 4T provoca que nuestro gobierno se incline ante Trump y sus ocurrencias xenófobas.
Al presidente de Estados Unidos no le resultó ninguna de sus estrategias contra la migración: ni pudo hacer deportaciones masivas, ni expulsar a los dreamers, ni separar a niños de sus padres.
Sólo le funcionó apretar a AMLO. Eso lo salvó.
El miércoles se informó que en 2019 Estados Unidos mandó a México a 84 mil 583 migrantes, centroamericanos en su mayoría, que solicitaban asilo en ese país.
¿Y por qué a México, si no son mexicanos ni quieren estar aquí?
Porque así lo manda Donald Trump.
Con cifras hasta septiembre, la Universidad de Siracusa (Nueva York), informó que de 41 mil 713 solicitantes de asilo, Estados Unidos sólo aceptó a once (sí, 11).
El resto fue enviado a México sin que sea su país de origen ni su país de destino. ¿Por qué?
Mientras se manda a la Guardia Nacional a impedir que entren centroamericanos de manera irregular por el sur, por el norte el gobierno de Estados Unidos nos manda al año 84 mil 583 de los mismos.
Con razón Donald Trump expresó con júbilo la noche del martes en Washington: “Con todo respeto, México está pagando el muro” y elogió a su amigo el presidente López Obrador.
Esa es la realidad. No hay otros números.
Sí hay una pregunta: ¿Para eso querían gobernar?