Falla la propaganda oficial para los candidatos judiciales
Cada gobierno plantea sus estrategias para alcanzar las metas y objetivos de su período.
Se hace valer de reformas a la Ley y en el caso, la actual administración federal, en las reformas a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal (LOAPF) ya ha presentado el 30 de octubre a la Cámara Baja del Congreso de la Unión su propuesta.
Lo que busque como resultados en beneficio de los mexicanos aún no está claro, sin embargo, deja ver con mucha nitidez el sentido y la semántica de este gobierno en su segundo período.
Concentración de poder y centralización del Ejecutivo.
Las reformas en puerta van a agredir sin medida los principios federalistas de nuestro país.
En esto hemos insistido repetidas veces.
La fortaleza de las localidades, los territorios municipales como base de la nación y su desarrollo con oportunidades iguales a sus ciudadanos es un principio esencial de la izquierda democrática y también del marxismo.
Cualquier acción en sentido contrario no identifica más que a un gobierno antidemocrático y plenamente neoliberal, sujeto a los vaivenes de la globalización y a los mandatos del Fondo Monetario Internacional.
Con designaciones que solo son esquemas mentales para que el síndrome de Estocolmo sea más placentero al pueblo sabio, habrá una secretaria que se titulará de Anticorrupción y de Buen Gobierno.
Este título gusta y satisface a los que participan de la oclocracia; sin embargo, quién va a medir y cómo lo hará para saber los resultados de las tareas de esta dependencia y del resto del aparato gubernamental, si ya no habrá organismos autónomos.
Agregue que todo aquello que opine en sentido contrario o que se atreva a señalar errores de gobierno y gobernantes sufre una andanada de descalificaciones.
De tal manera que sigo sosteniendo que este gobierno como el pasado, esta inspirado en el odio y la ocurrencia, con el solo fin de dividir a la sociedad y alcanzar así la satisfacción de sus romanos intereses tal como lo hizo Julio César antes de promulgar su ley anticorrupción con la Centuria Prerrogativa.