Historia y literatura dan vida a La dulce tinta de Al-Jawater
OAXACA, Oax., 3 de agosto de 2017.- Los organistas Cecilia Winter y Joel Vásquez ofrecerán un concierto en en el órgano histórico del templo de San Matías en el barrio de Jalatlaco este viernes a las 8 de la noche.
Estarán acompañados del guitarrista Alberto Revilla, la voz del barítono Felipe Espinosa y en las percusiones el maestro Valentín Hernández se informa en un comunicado.
También por los becarios del Instituto de Órganos Históricos de Oaxaca (IOHIO), Isaí Guzmán, Jesús González, Javier Mendoza y Noé Juárez.
El recital incluirá obras de Antonio de Cabezón, F. Correa de Arauxo, Giacomo Carissimi, Alessandro Scarlatti y Johann Sebastian Bach, entre otros autores.
Cecilia Winter, directora IOHIO informó que este instrumento, es el único órgano restaurado que data del siglo 19 (los demás órganos oaxaqueños son del siglo 18) con las características de la época: un teclado extendido de 56 notas con un arreglo cromático y el temperamento igual.
Acerca del órgano de San Matías Jalatlaco
El órgano de Jalatlaco fue construido en 1866 por el maestro organero oaxaqueño Pedro Nibra, que en aquel entonces cobró 700 pesos. Su firma aparece en el interior de la caja en cuatro lugares en donde señala la fecha de construcción en 1866 y una reparación realizada en 1880.
Se cuenta también con un documento resguardado en el Archivo Histórico de la Catedral que refiere los pagos hechos a Nibra por el párroco de Jalatlaco.
Pedro Nibra es considerado uno de los organeros oaxaqueños más activos de la segunda mitad del siglo 19. Intervino en diversos órganos oaxaqueños, según se ha podido comprobar por la aparición de su firma en las cajas así como por las referencias existentes sobre los pagos que se le hicieron, localizadas en archivos locales.
Recientemente se descubrió que el órgano de Santa Cruz Amilpas (1884), casi idéntico al de Jalatlaco, es también de su autoría y proporcionó información comparativa para los organeros. De especial importancia fueron los restos de la lengüetería horizontal (clarines), que sirvieron como modelo para reconstruir ese registro que había sido cancelado en Jalatlaco, se presume que fue en 1880.
Las iniciales de Pedro Nibra ‘PN’, que coinciden con el estilo ornamentado de su firma, aparecen al frente de la caja del instrumento, además de un rostro tallado en el centro de la moldura decorativa de la torre central. Ambos son detalles singulares en un órgano oaxaqueño.
El instrumento posee una capa pictórica de color azul con retoques decorativos en color crema que al parecer, fue aplicada unos años después de su construcción; además cuenta con finas tallas caladas en la fachada y rodeando la caja. Se tiene referencia de que el órgano se tocaba todavía en la década de 1970.