Padre Marcelo Pérez: sacerdote indígena, luchador y defensor del pueblo
Mentira histórica
CIUDAD DE MÉXICO, 16 de septiembre, 2016.- El pasado martes, el científico José Torero publicó en la revista Science una investigación en la cual concluye que es imposible incinerar a 43 estudiantes en una sola pira de fuego, resultado al que llegó luego de incinerar cuerpos de cerdos para tratar de comprobar la hipótesis principal de la PGR. Horas después se daba la renuncia de Tomás Zerón de Lucio.
Ante la renuncia presentada a pocos días del segundo aniversario de la tragedia del 26 de septiembre de 2014 la procuradora general de la República, Arely Gómez González, evitó referirse al emblemático caso Ayotzinapa, ni al pedido de destitución del alto cargo hecho por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la CIDH, cuando terminó su mandato ante la negativa del gobierno federal de extender el mandato.
El ahora ex funcionario omitió información de las diligencias realizadas en octubre de 2014 en el Río San Juan, en Cocula, Guerrero. Zerón de Lucio fue expuesto por el GIEI, quienes en los últimos días de su trabajo en México proyectaron un video en el que se ve al funcionario acudir a la zona aledaña al basurero de Cocula y realizar una inspección que no fue consignada en el expediente del caso.
Manipuló y tergiversó la realidad al decir que representantes del Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas atestiguaron el 28 de octubre de 2014 la visita que realizó, con un detenido clave, al río de San Juan.
Según la versión oficial, en esa vía fluvial del estado de Guerrero habrían sido arrojadas en bolsas plásticas las cenizas de los 43 estudiantes de la escuela rural de Ayotzinapa, cuya suerte aún se desconoce.
Los expertos cuestionaron que en el expediente oficial no existan registros de esa diligencia, así como de la recolección de evidencia en el lugar, y que el inculpado que fue llevado a la margen del río hubiera sido torturado antes. Con estos antecedentes el GIEI pidió a Zerón apartarse de las indagatorias para garantizar un proceso imparcial.
Por su parte, los padres de los 43 estudiantes desaparecidos solicitaron al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, que separara a Zerón de Lucio por “obstrucción de la justicia”.
De acuerdo con Vidulfo Rosales Sierra, abogado de las familias de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, el ahora ex funcionario fue quien tuvo los hilos de la investigación que giró alrededor de la llamada “verdad histórica” que construyó junto al ex Procurador General de la República, el priista Jesús Murillo Karam.
Con la llamada “verdad histórica”, Zerón de Lucio buscó solucionar la desaparición forzada de los 43 estudiantes, como lo hizo con el caso Paulette una menor desaparecida en el año 2010, en el Estado de México, en medio de múltiples sospechas de complicidad de sus propios padres.
El caso Paulette, fue “resuelto” bajo la premisa de que la niña se había asfixiado con sus propias sábanas, en la misma cama donde todos los reporteros televisivos grabaron.
La conclusión a las que nos llevó el ex funcionario es que nadie se dio cuenta que el cuerpo de la menor permanecía en su propia habitación, según la versión oficial. Zerón de Lucio construyó una mentira histórica que ha tenido un alto costo para el gobierno de Enrique Peña Nieto.
El autor es académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM
Fuente: Quadratín Debate