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CIUDAD DE MÉXICO, 24 de septiembre de 2020.- En el encuentro virtual titulado Formación continua de docentes, del Ciclo iberoamericano de encuentros con especialistas, organizado por Mejoredu y la Oficina en México de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), las investigadoras Denise Vaillant, Alejandra Birgin y Etelvina Sandoval coincidieron en que abordar la formación continua y el desarrollo profesional exige reconocerlos en su complejidad y en su contexto.
En su oportunidad, Denise Vaillant -directora del Instituto de Educación y del Programa de Doctorado en Educación de la Universidad ORT de Uruguay-destacó que con la pandemia los desafíos para la formación continua y el desarrollo profesional docente se han agudizado y son momentos en los que se tiene que preguntar qué se ha perdido y qué se ha ganado se informó en un boletín de prensa.
Dijo que la formación continua de los docentes no puede ser mirada aisladamente, pues la valoración social, las condiciones laborales y la carrera docente son también factores que intervienen en el desarrollo profesional.
Destacó la importancia de la etapa de inserción a la docencia, pues la investigación ha mostrado que los tres primeros años de trabajo son cruciales en el trayecto profesional de las maestras y maestros, así como el importante papel que juegan los equipos directivos. y los procesos de seguimiento y acompañamiento permanente y constante.
Mencionó que algunos aspectos que permitirían mejorar el trabajo docente son: contar con tiempo, tener asesoría, mentoría, tutoría, y acceder a estímulos profesionales.
Alejandra Birgin -profesora e investigadora en la Universidad de Buenos Aires y directora de formación docente en la provincia de Buenos Aires, Argentina- aseveró que la formación docente no es una vara mágica, que es una de las condiciones imprescindibles e insuficientes a la vez, para fortalecer el sistema escolar. Aseveró que la formación docente debe considerar lo individual y lo colectivo, y estar vinculada con las culturas y los contextos particulares, así como que un profesor debe contar con competencias específicas y un repertorio especializado de saberes.
Señaló que la pandemia y la pospandemia mostraron la urgencia de incorporar la virtualidad en la didáctica y la pedagogía, lo cual plantea un desafío para la política educativa y los maestros para avanzar hacia una formación sistemática que ayude a favorecer las interacciones y los procesos en la cultura digital. Hoy es imprescindible un debate entre cultura digital y cultura escolar y formar en una pedagogía y en una didáctica de la virtualidad, afirmó.
Manifestó que la pandemia ha mostrado que la escuela y el Estado salieron fortalecidos, porque se dieron respuestas rápidas para atender la enorme diversidad, y en los casos que no se cuenta con las condiciones tecnológicas. “Hubo respuestas de parte de los maestros y de los sistemas educativos”, finalizó.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), Etelvina Sandoval Flores, destacó que si se quiere un mejor maestro, comprometido con los niños, que reconozca las diversidades, y contribuya a garantizar el derecho de todos a la educación, es crucial considerarlos sujetos centrales del proceso educativo, recuperar sus saberes, y tomar en cuenta la diversidad de los contextos en los que trabajan. Asimismo, preguntarse qué tipo de maestro queremos, para qué país y cuál es el proyecto educativo que interesa impulsar.
Luego de destacar que la formación inicial y la formación en servicio deben articularse, indicó que es tiempo de avanzar gradualmente hacia una formación continua en México que sea colectiva y se desarrolle in situ, porque se requieren formaciones diferenciadas que vayan más allá de un catálogo de ofertas desarticuladas y en ocasiones yuxtapuestas.
Señaló que Mejoredu avanza en la formulación de lineamientos, criterios y programas para la formación continua, privilegiando este enfoque, para contribuir a operacionalizar el Sistema Integral de Formación, Capacitación y Actualización de Maestros, que establece la ley.
Aseveró que la experiencia que deja la pandemia debe ser recuperada para llevar a cabo un cambio radical de las políticas y programas de formación continua que impulsen la mejora de la escuela.