Día 21. No maten al mensajero; prensa sin seguridad democrática
Periodismo Trascendente:
Para la Iglesia Católica, la única instituida por Cristo sobre la faz de la tierra y para los mil 378 millones de católicos en el mundo, que representan más del 17.2% de la población mundial total, la Semana Santa, que se inicia con el «Domingo de Ramos»; y continúa durante los días siguientes, hasta llegar a la Pascua de Resurrección, es de vital importancia para la fe, porque en ella se resume, la pasión, la muerte y la resurrección de Jesucristo.
Con la misma o mayor fe, profundidad e intensidad, la Semana Santa, o Semana Mayor, como también le conocemos, como en todo el mundo, se celebra también en México, donde los aproximadamente 100 millones 731,840 católicos, viven de alguna forma los diferentes oficios que se celebran a lo largo de los días Santos.
En Oaxaca, no es la excepción la celebración de la Semana Santa, donde los tres millones 223 mil 75 oaxaqueños católicos, que representan alrededor del 77.3% del total de la población, participa de esta celebración con fe, respeto y dedicación, suspendiendo, incluso, como en casi todo el mundo, en muchos de los casos, sus actividades cotidianas laborales, para vivir este acontecimiento de vital importancia para todos los católicos.
Al «Domingo de Ramos», llamado también como el sexto Domingo de Cuaresma, tiempo de reflexión y de penitencia, que se inicia con el «Miércoles de Ceniza», que nos recuerda a los católicos del mundo, que somos mortales y que «Polvo eres y en polvo te convertirás»; en este día, con el que se inicia la Semana Santa, se lleva a cabo la bendición de las Palmas, rememorando la entrada triunfal de Jesucristo a Jerusalén.
A este día «Domingo de Ramos» le siguen con especial significado, cada uno de ellos, el lunes, martes, miércoles y jueves Santo; en éste último, se lleva a cabo el Lavatorio de pies por el Arzobispo de la Arquidiócesis de Antequera, en este caso, Pedro Vázquez Villalobos, quien desde la Catedral de Oaxaca, encabezará la ceremonia correspondiente.
Este mismo día, Jueves Santo, al menos en Oaxaca, los oaxaqueños católicos, en familia, participan en la tradicional visita a los Altares, que se exponen en las diferentes parroquias y capillas, con aspectos relacionados con la Semana Santa y, específicamente, alusivas a la Ultima Cena, en la que Jesucristo instauró la Eucaristía, compartiendo el pan y el vino con sus 12 apóstoles.
En el recorrido de visita a los altares, es muy común encontrar pan bendito, que es adquirido por los creyentes, para tenerlo en su casa y procurar que nunca falte entre su familia, el pan de cada día.
El Viernes Santo, que es el día de mayor respeto, silencio, reflexión y luto, porque se rememora la crucifixión de Jesucristo, desde muy temprano, se llevab a cabo en las parroquias y capillas, las ceremonias del Encuentro de Jesús con su Madre, la siempre Virgen María, y a continuación, «Las 7 Palabras», que pronunció Jesús crucificado en la cruz.
Por la tarde, en Oaxaca, se lleva a cabo en la Basílica menor de la Soledad y en muchas otras parroquias, el descendimiento de Jesucristo de la Cruz y el pésame a su Madre, Santa María, siempre virgen, por la muerte del Redentor.
Dispongámonos pues, a vivir intensamente con fe y devoción, los días que faltan de la Semana Santa, que rememoran la pasión, la muerte y la resurrección de Jesucristo, el verdadero hijo de Dios, hecho hombre, y en señal de profundo luto, recordar con mucho respeto y dolor, el crimen más horrendo, despiadado, cruel e injusto de la humanidad, a manos de los judíos, el pueblo que de elegido, se convirtió en deicida.
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