Dos meses de huelga, miles de asuntos pendientes
Regresa de Europa tras ocho años de servicio en el Vaticano y de compartir residencia con el papa Francisco, el arzobispo Jorge Carlos Patrón Wong para liderar la Iglesia veracruzana desde la inmensamente simbólica cátedra de Xalapa.
Con 64 años de edad, Patrón Wong acumula experiencia y una destacada trayectoria como pastor, promotor de vocaciones y curial romano; su reintegración a los trabajos ordinarios del colegio episcopal mexicano desde la sede que notabilísimos obispos han llevado en sus hombros lo convierte en uno de los líderes católicos más relevantes en el espectro religioso nacional actual.
Sucesor del obispo santo, san Rafael Guízar y Valencia (1878-1938); y del extensamente reconocido cardenal arzobispo Sergio Obeso Rivera (1931-2019), Patrón Wong inició su servicio en Xalapa con tres encuentros muy significativos: seminaristas, religiosas y medios de comunicación.
Con los primeros su visita era esperada; aún antes de ser consagrado obispo, Patrón Wong trabajó liderando organizaciones promotoras de seminarios mexicanos y latinoamericanos; como obispo colaboró en la dimensión de Vocaciones y Ministerios; finalmente, el papa Francisco lo invitó a desarrollar la oficina de Seminarios en la Pontificia Congregación para el Clero. Así que el arzobispo acompañó y convivió con experiencias de formación sacerdotal de todos los continentes del planeta. «Ellos son el pueblo al que debo servir», llegó a confiarme una tarde en Roma en 2015.
El segundo encuentro, sostenido con religiosas agustinas contemplativas, fue para celebrar la Eucaristía pero esencialmente para confirmar un sentimiento que le ha acompañado en los últimos meses: la acción real y positiva de la oración. De hecho, durante su profesión de fe, Jorge Carlos confió que las oraciones del pueblo y de sus predecesores le encaminaron hacia Xalapa.
El tercer encuentro fue sumamente significativo: con la prensa. Un gremio que en México padece permanentes agresiones; desde la precarización de su trabajo hasta las amenazas del crimen, pasando por un constante señalamiento y acusación desde las esferas del poder. Antes de salir de Roma, Patrón Wong pidió al papa Francisco bendijera un puñado de crucifijos y, durante su encuentro con reporteros, cronistas y camarógrafos las entregó personalmente con un sencillo mensaje: «La gente no suele saber cuánto sacrificio hay detrás de su oficio… por eso estas cruces que pedí al Papa las bendijera y quise que ustedes fueran los primeros en recibirlas… en el fondo, nosotros los pastores y ustedes hacemos lo mismo: comunicar».
De esta manera Patrón Wong sintetiza el arranque de su retornado servicio a México: comunicar «santidad, unidad y alegría» para contrarrestar ‘egoísmos, polarizaciones y desánimos’ sembrados por mercenarios y políticos sin escrúpulos. Para ello, el arzobispo adelantó que sostendrá diálogo, encuentro y escucha con todos los sectores de la sociedad veracruzana.
Sus colaboradores cercanos dicen que el nuevo arzobispo denota mucha energía y altas expectativas con este compromiso. Patrón Wong confesó que, durante ocho años, tuvo oportunidad de ver al papa Francisco vivir y trabajar diaria e incansablemente por estos ideales; por ello, de cierto modo, adelantó que entregará a esta misión un ánimo inspirado por ese tesón.
*Director VCNoticias.com
@monroyfelipe