Economía en sentido contrario: Banamex
El coro ¡destape, destape! dominó entre los diputados
Osorio y el reto de frenar la parálisis urdida por Anaya
CIUDAD DE MÉXICO, 31 de agosto de 2017.- Hubo matices en el lenguaje presidencial, pero a los diputados federales no les quedó duda:
Enrique Peña decidirá al abanderado del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Lo advirtió en el acto más futurista realizado hasta ahora a la luz de muchos, de cientos de legisladores, miembros del gabinete, invitados y por supuesto los principales aspirantes a sucederlo.
Esta es la interpretación de cinco testigos, con cuyos datos armamos la crónica.
Como es costumbre, el presidente se reunió con su correligionarios en la Cámara de Diputados bajo la coordinación del mexiquense César Camacho Quiroz en víspera del período ordinario de sesiones.
Encuentro donde hubo amontonamientos, sutiles codazos para colarse junto al primer priista del país, salir en la foto y, en el mejor de los casos, tener una palmada o frases ejecutivas de elogio o promesa de ascenso.
A su estilo, Peña saludó de manos a cuantos pudo y se tomó una foto -no repartida todavía- con todos ellos pero, ¡oh sorpresa!, por el lado contrario a la escalinata del salón Adolfo López Mateos.
Eso desencantó a quienes se colocaron a la salida tradicional para estar muy cerca del titular del Ejecutivo.
Evidente nerviosismo de presidenciables
Hubo tiempo para muchas cosas.
Durante el recorrido presidencial de salutación, las diputadas federales tricolores armaron su porra y, sin las insinuaciones de las mexiquenses –¡Peña, bombón, te quiero en mi colchón!-, corearon: –¡Te amo, te amo, te…!.
-Yo también les tengo mucho… afecto –les contestó el presidente.
–¡Pero nosotras te amamos más!
-Yo también las amo –concedió Peña.
Las mujeres no cedieron e inventaron otro grito, esta vez respaldadas por muchos hombres:
–¡Destape, destape, destape…!
-Aquí están los que aspiran… aquí está el que debe ser… -y el índice se dirigió adonde el corrillo de secretarios de Estado y directores generales.
Siguió el coro y el presidente acotó:
-El partido va a decidir, pero yo soy consejero y voy a opinar.
Algarabía general.
–Enrique (Ochoa Reza) me va a leer la mente… Nosotros hablamos muy seguido.
En el gabinete había ansiedad de unos, indiferencia de otros.
Ahí estaban los más mencionados: José Antonio Meade, Miguel Ángel Osorio Chong, José Narro Robles, Aurelio Nuño, Enrique de la Madrid…
Conclusiones de los asistentes: el candidato presidencial del PRI saldrá del gabinete y el presidente lo determinará… con la lectura de mente de Enrique Ochoa Meza, claro.
La tarea de evitar la parálisis legislativa
1.- Al margen de futurismos, el trabajo.
Miguel Angel Osorio Chong tiene el reto de evitar la parálisis legislativa a la cual pretende llevar al Congreso de la Unión el panista Ricardo Anaya con sus acusaciones y sus imposiciones a las bancadas azules.
En esta tarea están inmersos los coordinadores tricolores, Emilio Gamboa y César Camacho, para sacar una agenda difícil: fiscal general, fiscal anticorrupción, Ley de Seguridad Interior y muchos asuntos más pendientes.
2.- La encuesta del Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE) dio satisfacción a muchos gobernadores.
Desde los que generan mayor confianza ciudadana –Claudia Pavlovich (Sonora), José Rosas Aispuro (Durango), Rolando Zapata (Yucatán), Alejandro Moreno Alito(Campeche)- hasta el de mejor índice de seguridad: Rubén Moreira (Coahuila). Vaya una comparación: en Colima 71 por ciento ve la inseguridad como su principal problema; en Coahuila 30 de cada cien entrevistados.
Y 3.- Emilio Gamboa está a votos de conseguir los dos tercios necesarios para designar fiscal general a Raúl Cervantes.
El derrotado será el dirigente panista Ricardo Anaya, varios de cuyos senadores lo retarán con el voto al actual procurador priista y se verá si de verdad los expulsa de Acción Nacional (PAN).