Diferencias entre un estúpido y un idiota
CIUDAD DE MÉXICO, 18 de enero de 2020.- El elixir que emana del poder, atrae a miles de personas, que en su gran mayoría les provoca aspirar para ostentar una siguiente posición, sea una candidatura o un liderazgo gerencial partidista; sin embargo, son extremadamente pocos individuos que alcanzan a llegar a la meta que desean, porque es muy fácil perderse sin una estrategia política creyendo que la conseguirán tan solo por tener mucha presencia en redes sociales o buenos contactos cupulares.
“No es el momento, hay que esperar los tiempos, “sigo trabajando para estar listo para lo que me pida el partido”, o “mejor ni le muevo para no caerme y ya cuando me digan empiezo con una estrategia”, son argumentos que he escuchado de cientos de personajes durante 20 años en mi experiencia como consultor en comunicación política en Estados Unidos, México, Colombia y Panamá ¿Dónde quedaron esos políticos? Perdidos en sus sueños, transfiguradas sus aspiraciones, o hasta jubilados de la vida política por “falta de espacios” según sus argumentos.
Citando un caso de éxito en México, de un joven promedio, de clase media baja, sin dinero, sin patrocinadores o padrinos políticos, pero que a muy temprana edad entendió claramente que no llegaría a la meta deseada sin una estrategia política. Desde el área en la que me especialicé en imagología en aquel tiempo, me tocaron sus últimos cuatro años de su vida política; tras largas conversaciones personales con él, fue por lo que supe que para irrumpir en las estructuras partidistas, tuvo que abrirse paso con el diseño y puesta en marcha de una estrategia política que lo llevaría a la alcaldía, posteriormente al gobierno de su estado (o departamento, para quienes leen estos Apuntes en latinoamérica), hasta alcanzar la precandidatura a la Presidencia de la República, todo porque supo apegarse a lo que conocemos en el quehacer de las consultorías como un político By The Book, y lo hizo muy bien.
Argumentos como “no es el momento, hay que esperar los tiempos” condenan al personaje a perderse entre los cientos de militantes y jamás podrá alcanzar su meta o en todo caso sus efímeros sueños. Entonces, ¿qué hacer? Fácil, para no perderse, ni perder lo invertido en la política, debe seguir una estrategia política de forma puntual como sí hubiera sido formado para ser un político By The Book, como Obama.
¿Cuál es el ABC que debe seguir para tener una estrategia de comunicación política al estilo By The Book?
1. Establecer el objetivo por alcanzar ¿candidatura o posición política?
2. Realizar un análisis del contexto político y entorno social.
3. Realizar un análisis del personaje político y su equipo cercano.
4. Diseñar planes estratégicos generales.
5. Evaluar los planes estratégicos generales y seleccionar el más adecuado.
6. Diseñar la estrategia integral de posicionamiento.
7. Poner en marcha la estrategia, medirla, auditarla y controlarla.
Tú que estás leyendo estos Apuntes, te pregunto, ¿Puedes aplicar este ABC a tu realidad? Claro que sí, ponla en práctica para evitar perderse sin estrategia política
¿Y tú, qué opinas? www.daviddorantes.com