Día 18. Genaro, víctima de la seguridad nacional de EU
Cipriano Flores Cruz
OAXACA, Oax., 27 de mayo de 2018.- Utilizando las herramientas de las ciencias sociales y políticas es posible proyectar en el futuro ciertos resultados que los datos empíricos ofrecen.
Salvo la intervención de la fortuna, de la suerte o de la buenaventura, la racionalidad de los datos, bien planteados, no deben de fallar, pueden superar los nuevos hechos de la contingencia.
Como a muchos mexicanos, a usted y a mí, nos interesa saber el posible desenlace del primero de julio.
Utilizando los datos duros de las nuevas condiciones de la lucha política, a los hechos, de acuerdo a ciertas referencias históricas, podemos afirmar que el ganador del primero de julio será el señor Andrés Manuel López Obrador, perdón para mis amigos priistas, perredistas y panistas, pero trataré de explicarme de acuerdo a los datos disponibles.
Tomemos como primera referencia a las estrategias de campaña de las tres coaliciones.
El señor Andrés Manuel López Obrador ha logrado el mayor de los éxitos en su campaña al ubicar en una sola bolsa, en una sola oferta política, en una sola unidad ideológica y programática a los señores Anaya y Meade, mientras que él marca la diferencia en sus ofertas de campaña.
Al lograr ubicar a ambos personajes en un solo costal (el prian), tiene una facilidad tremenda de comunicación política para defenestrarlos, minimizarlos, minar sus ofertas.
Lo extraordinario del caso es que ambos candidatos están haciendo muy poco por no caer en la estrategia de AMLO. El PAN hizo el intento de englobar al PRI y a Morena en un solo costal, sin éxito, con la expresión PRIMOR.
El candidato del PRI lo ha intentado también mediante el regreso al priismo profundo, también sin éxito alguno.
Parece que tanto la coalición de Anaya como la de Meade no tienen la capacidad de reconversión de la estrategia de campaña, para mi gusto se comieron su tiempo, además de que prácticamente se acaba la campaña con el inicio del campeonato mundial del futbol.
En 20 días efectivos de campaña es imposible replantear una nueva estrategia de campaña para ganar la contienda, además de que AMLO seguirá machacando su estrategia hasta el final.
Por otro lado, la mayoría de los ciudadanos mexicanos sólo ven en AMLO el medio por el cual expresar su indignación, su malestar, su enojo, su muina, ante el deterioro de la función de los políticos, de las instituciones políticas, de las prácticas de la política, nunca en la historia del país la corrupción de las relaciones políticas había caído tan bajo, decir hoy en día político es decir corrupción, bajeza, podredumbre, incapacidad, relaciones inconfesables.
Si bien el señor Andrés Manuel López Obrador no es un dechado de virtudes morales, cívicas y políticas, no carga en su historia hechos que sean determinantes para valorarlo negativamente.
El señor José Antonio Meade, si bien es un buen hombre y profesionalmente capaz, carga en sus hombros las malas actuaciones de los gobernantes priistas de los últimos tiempos, lleva en su sello la cultura política del priismo, que por cierto no es nada agradable. Por lo que respecta a Ricardo Anaya el señalamiento de lavado de dinero por parte del gobierno, para mi gusto, lo acabó.
El referente de moralidad política requerida por los ciudadanos en estos momentos, sólo lo llena el señor Andrés Manuel López Obrador, no creo que el señor Anaya y el señor Meade encuentren un remedio en lo inmediato para descargar sus imágenes negativas. La opinión pública efectiva lo tiene a su favor AMLO.
Asimismo, la voluntad del voto a favor, desde diciembre a la fecha ha confirmado, a través de las diversas encuestas, la voluntad mayoritaria a favor de AMLO casi de manera homogénea en toda la República.
Después de 11 encuestas levantadas por la Presidencia de la República, desde la primera del 12 de diciembre del año pasado hasta la última del 23 de mayo del presente año, AMLO partió de una intención del voto del 27.68% y alcanzar en la última referida un 38.43%, en números redondos ha crecido de manera constante 11 puntos porcentuales durante el período de diciembre al 23 de mayo, partiendo de una ventaja sobre Anaya de cinco puntos y de Meade de siete puntos, hoy tiene una ventaja sobre Anaya de doce puntos y sobre Meade de 21 puntos.
La lógica indica que ya no hay remedio alguno.
El señor Anaya sólo ha podido crecer cuatro puntos al pasar de 22.40% de diciembre a 26.14% de mayo, con este ritmo de crecimiento no puede alcanzar su meta. José Antonio Meade es el caso dramático de no sólo no ha crecido sino ha reducido la intención del voto ciudadano sobre su persona al pasar de 19.79% de diciembre a 17.35% en mayo.
Al marcar estas tendencias y las realidades mencionadas, nos atrevemos a concluir que AMLO será el nuevo Presidente de la República, sin embargo, como diría Maquiavelo, la fortuna es una mujer muy caprichosa.