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La pandemia del Covid 19 a todas y todos nos hizo reflexionar sobre la fragilidad de la vida. En algo de esto pensé cuando -en la Casa de la Cultura de Oaxaca- un grupo de comunicadores y estudiantes rendimos homenaje póstumo a las personas periodistas que han abandonado este mundo, en ocasión de la proximidad de los días de muertos.
Durante la sesión, Leandro Hernández Romero, nos compartió una extensa lista, recopilada pacientemente por él, de aquellos trabajadores, colaboradores, directivos de la prensa y conductores de radio y televisión, además de reporteros gráficos, que ya trascendieron.
Destacan los nombres de Arcelia Yañiz, Benito García Hernández y Néstor Sánchez Hernández. Este último nos legó la Hemeroteca Pública de Oaxaca. En esta retrospectiva aparecen los nombres de Gonzalo Báez Camargo (Pedro Gringoire), Alejandro Gómez Arias, Patricia Cox, Cirino Pérez Aguirre, José Martínez Bastida, Antonio Mejía, Roque Carrasco y Parada, Sixto García Loyo, Pedro Morales Sosa, Héctor I. Loyo Muñoz, Hugo Loyo Muñoz, Rafael Jiménez de Sandoval, Patricio Pérez Pintado, Jesús García, Augusto Cáceres Durán, Alfredo Feria Rendón, Alfredo Ramírez (“El Chapulín”), Eduardo Pimentel Méndez, Taurino López Cruz, Pedro Luis Ceballos (padre), Julio César Luis Geminiano, Francisco David García, Evaristo Cortés Ceballos, Delfino Aguilar Ojeda, Manuel Cruz Casanova, Rafael Emilio Bermúdez, Gabriela Bermúdez Santos, Carlos López y López, Guillermo Pimentel Castañón, Álvaro Burgoa López, Rolando Cruz Cabrera, Amado Rodríguez Ortiz, Pedro Cerna Díaz y Nicandro López Vásquez.
Asimismo, Rafael Escudero, Jorge Torres García, Alberto Sánchez Vera, Orlando Carmona, Florentino Jiménez, Maclovio Amador, Alberto López Zárate, René Santiago Díaz, Francisco Villanueva Velásquez, Luis Cruz Morales, Roberto Rueda Rangel, Bernabé Pérez Palacios, Miguel Ramírez Bohórquez, Jesús Ayala Delgado, Gonzalo Martínez, José Guadalupe H. Rosas, Octaviano Soto González, Juan Pichardo, Domingo Cruz Vásquez, Salustiano de Paz, Joaquín Hernández Lara, Federico Espinosa García, Rafael Santaella, Juan Sabino Olivé, Alfonso Tapia Aguilar, Miguel Sánchez Quiroz, Luis Santiago León, Fausto Reyes, Abundio Núñez, Silvio Aguilar, Luis Martínez Cervantes, Dimas Rodríguez Galindo, Miguel Rodríguez Cerda, Gilberto Cossío Matus, Narciso Reyes, José Luis Ceballos y José Hannán Robles.
De igual forma, Pedro Piñón Rustrián, Guillermo de los Santos, Felipe Santiago Montes, José Coronado Pérez, Sergio Javier Alcázar, Filemón Gómez, Manuel Humberto Siordia, Humberto Fierro Sanmiguel, Víctor Gutiérrez Tapia, Paulino Velásquez Morales, Luis Soria Castillo, Guillermo Castillejos Ávila, Manuel Cano, Gildardo Mota, Hilario Ruiz, Samuel Gómez Santiago, Carlos Pasarán Jarquín y Raúl Luna García.
Se incluye también a: Mauricio Mauro Ramírez Hernández, José Luis Romero Bennets, Armando Pérez Montaño, Lorenzo Jaime Hernández, Juan Aguilar Pérez, Rufino Sánchez, Baltazar López Martínez, José Julio Martínez Núñez, Raymundo Villalobos Mariscal, Abel Santiago Díaz, Bernardino Betanzos, Roberto Molina Hernández, Raúl Navarro, Manuel J. Sánchez, Mario Pérez Díaz, Felipe Sánchez Jiménez, Rafael Ceja Martínez, José Alonso Santaella, Gustavo Santaella Cruz, Olga Moreno, Alberto Rodríguez González, Carlos Leyva, Fausto Ramírez Aguilar, Leonardo Ramírez Narváez, María del Sol Cruz Jarquín, Gabino Sánchez Vásquez, Carlos Román Velasco y Ezequiel Leyva.
Faltarían, a mi parecer, Evaristo Martínez López, Julio César Calderón, Francisco Flores Salanueva, Félix Tomás Velasco, José Luis García Cruzado, Mario Medina Torres, Camilo Enríquez y Modesto Silva. Propongo añadir a Andrés Henestrosa, Macario Matus, Víctor de la Cruz, Anselmo Arellanes Meixueiro y Dionisio Hernández Ramos. Los cinco, renombrados intelectuales, quienes colaboraron en proyectos periodísticos y páginas culturales.
Según la organización Artículo 19, al menos 10 comunicadores oaxaqueños han sido asesinados en los años recientes: Marcos Hernández Santiago, Alberto López Bello, Abel Bautista Raymundo, Octavio Rojas, Filadelfo Sánchez, Elidio Ramos, Salvador Olmos García, Agustín Pavia, Raúl Marcial Pérez, Telésforo Santiago Enríquez, Heber López Vásquez y Gustavo Sánchez. En su mayoría estos crímenes permanecen impunes ante la inacción gubernamental.
Para cerrar esta remembranza, destacaría los nombres de Ricardo Flores Magón, Marcelino Muciño y Rafael Reyes Spíndola, considerado éste, como el precursor del diarismo moderno y fundador de los diarios El Universal y El Imparcial, editados durante la época porfirista. Y a Jacobo Dalevuelta (pseudónimo de Fernando Ramírez de Aguilar), reportero de El Universal, corresponsal de guerra, y quien siempre expresó su gran amor por Oaxaca, donde pidió ser sepultado.
Cuentan que, en 2010, al abrir las urnas de los héroes del movimiento de la Independencia, empleados del INAH hallaron su tarjeta de presentación en una de ellas. Señal inequívoca de que el también escritor quería que no se nos olvidara nunca su nombre. Así, junto con todos los 150 acá nombrados, que ya forman parte de la historia del periodismo oaxaqueño, además de los que faltasen, los hacen seres inolvidables. Al final del sencillo homenaje, les tributamos un largo y merecido aplauso.
@ernestoreyes14