Y ahora ¿qué hacemos con Trump?
* Quizá por desconocimiento, José Antonio Meade, precandidato del PRI, se apropió de una petición de “change.org”, pero es de reconocer su actitud de entregar un certificado medico
* El destino cierto de José Antonio Aguilar Bodegas, muy probable abanderado del frente en chiapas y rival a vencer en la próxima contienda
CIUDAD DE MÉXICO, 20 de diciembre de 2017.- Este lunes, durante la gira que efectuó por Campeche, el precandidato de la coalición PRI-PANAL-PVEM, José Antonio Meade Kuribreña -y a propuesta de Ernesto Castillo Rosado, dirigente del Revolucionario Institucional en la entidad-, planteó que todos los aspirantes presidenciales presenten certificados que avalen su estado físico y mental.
Sin embargo, tanto Meade Kuribreña como Castillo Rosado ignoran que esta petición ya existe desde el pasado 1 de noviembre de este año, y fue dirigida al Instituto Nacional Electoral, las cámaras de Diputados y Senadores, partidos políticos, ONG´s, periodistas y agrupaciones políticas y civiles.
La solicitud fue propuesta formalmente por este columnista y hecha pública en “change.org” la mayor plataforma de peticiones del mundo. Puede ser consultada y suscrita en la dirección https://www.change.org/p/instituto-nacional-electoral-que-los-candidatos-entreguen-aval-que-acredite-que-f%C3%ADsica-y-psicol%C3%B3gicamente-est%C3%A1n-aptos
Para dar contexto a este tema, quiero recordar que en mi columna del pasado 31 de octubre – hace exactamente 50 días-, me referí precisamente a lo que hoy el candidato de la coalición y algunos dirigentes estatales de su partido, proponen instituir, para certificar que los aspirantes a la Presidencia de la República, se encuentran en plenitud de facultades físicas y mentales.
“Desde Campeche vamos a proponer que los demás precandidatos hagan lo mismo. Cualquiera que quiera participar, goce de buena salud física y de buena salud mental y que se sepa que esa propuesta nació en Campeche”, manifestó el priista, sin que alguno de sus asesores le informara que el tema ya había sido formulado en “change.org” y hecho del conocimiento de muchos mexicanos, preocupados por la posibilidad de que alienados o con graves problemas de salud, tengan posibilidades de dirigir una entidad o un país.
“Que los candidatos entreguen aval que acredite que física y psicológicamente están aptos”, fue la propuesta que encabezó mi petición.
Y este tema, lo desarrollé precisamente al solicitar que “apelando a la ética política, pero sobre todo por respeto a los mexicanos” Andrés Manuel López Obrador -hoy precandidato de la coalición “Juntos haremos historia”, conformada por Morena-Partido del Trabajo (PT)-Partido Encuentro Social (PES)-, al igual que los otros interesados en participar en la próxima contienda electoral “debiesen presentar ante los mexicanos un certificado médico que dé fe de su estado físico, y sobre todo, un aval suscrito por especialistas que refrende su estado mental y acredite que psicológicamente están preparados para ocupar el cargo”.
Mencioné que esa propuesta no era una idea absurda ni incoherente y que en todo caso lo irracional es que permitamos que nos gobiernen especímenes políticos que no pueden superar siquiera el más elemental examen físico y psicométrico y mucho menos de confianza, como el que obligatoriamente deben aprobar muchos otros servidores públicos, so pena de ser despedidos.
Meade Kuribreña en su alocución que tuvo lugar en el “Cine Teatro Renacimiento” de la Ciudad de Campeche, agregó lo de presentar también un examen toxicológico, lo cual sería un plus para garantizar también que por lo menos -hasta el momento de la prueba-, nuestros políticos no consumen drogas o presentan adicciones a sustancias restringidas.
“La siguiente vez que regrese yo a Campeche, voy a traer mis pruebas toxicológicas, que acrediten mi estado de salud física y mi estado de salud mental”, propuso.
Yo escribí en “Café para todos” (31 de octubre 2017) que al momento de su registro como aspirantes a cualquier cargo electoral, todos debieran cumplir con esta exigencia
“¿Por qué no conocer el verdadero estado físico e intelectual de quienes nos gobiernan?” –dije y subrayé que ello tendría que partir de un serio planteamiento de origen ante el Instituto Nacional Electoral (INE) y una reforma constitucional, la cual permitiría incorporar estos nuevos requerimientos al Artículo 82.
Comenté que a nivel mundial existían pruebas de que las simulaciones y mentiras en torno al estado de salud de los aspirantes y gobernantes, han provocado crisis gubernamentales y mencioné los casos específicos de Juan Domingo Perón en Argentina (septiembre de 1973) y François Mitterrand (mayo 1988). A los franceses se les mintió y reeligieron entonces a un candidato enfermo de cáncer de próstata, desde hacía 7 años.
Mitterrand moriría en 1996, como expresidente, pero el caso argentino la mentira al electorado provocó un gran caos interno y el arribo de los militares al poder, ya que Perón -quien el 23 de septiembre de 1973 obtuvo por tercera vez la presidencia, con el 62 por ciento de los votos-, falleció 10 meses después, el 1 de julio de 1974 y su lugar fue ocupado por su esposa, la vicepresidente María Estela Martínez, quien fue derrocada por un golpe de estado del 24 de marzo de 1976.
Mencioné en esa columna:
“A pesar de que parece que nos hemos malacostumbrado a los políticos cínicos, mentirosos y rapaces, por qué no exigir que se reglamente el derecho de los mexicanos a conocer el estado físico y mental de los aspirantes y/o gobernantes y dejarnos de rumores propalados a diestra y siniestra.
“¿No sería mejor dejar de decir o escribir “existe el rumor de que XX está enfermo” solamente para provocar crisis políticas artificiales que deterioran aún más la situación del país?”.
Por lo pronto -y muy seguramente sin saber que la propuesta respectiva ya la tengo inscrita formalmente en “change.org”-, Meade Kuribreña lanzó el reto y se comprometió a cumplirlo.
En su momento sólo me referí únicamente a Andrés Manuel López Obrador, el sempiterno candidato a la presidencia, porque era el único que desde hace casi 18 años se presenta invariablemente a la contienda electoral federal.
Sin embargo, hoy a la luz de los hechos -una vez que ya prácticamente se han definido al resto de los posibles contendientes-, hago extensiva la pregunta:
¿Tendrán López Obrador, Ricardo Anaya Cortés -precandidato por la coalición “Por México al Frente”, que integran PAN, PRD y Movimiento Ciudadano- o los “independientes” Margarita Zavala y Jaime Rodríguez Calderón, el valor y la entereza para presentar ante los mexicanos un certificado físico y mental suscrito por eminentes especialistas, que avale que se halla en óptimas condiciones para conducir los destinos de México?
De todos ellos -aún del todavía gobernador de Nuevo León-, podría esperarse una respuesta positiva. Sin embargo, reitero que del único que lo dudo es de López Obrador. Y ya lo dije:
“No es su estilo. Él piensa que está más allá del común de los mortales; él se considera fuerte, saludable, impoluto, mentalmente prodigioso e indestructible”.
El destino cierto de José Antonio Aguilar Bodegas, probable candidato del frente en Chiapas
Al menos que ocurra un hecho verdaderamente inesperado -y en política ello ocurre con frecuencia-, el expriista José Antonio Aguilar Bodegas será designado como candidato al gobierno de Chiapas, por parte de la coalición “Por México al Frente”, avalado sólo por el PAN y el PRD, ya que Movimiento Ciudadano está impedido de formar parte de cualquier alianza por haber perdido su registro a nivel estatal.
Licenciado en Relaciones Industriales, Aguilar Bodegas renunció al PRI, el sábado pasado. En este partido participó por más de 40 años y su desempeño y militancia le permitieron contender exitosamente y desempeñar diversas posiciones a nivel municipal, estatal y federal.
En noviembre pasado había hecho público que desde algunas oficinas del CEN del PRI en la ciudad de México se había orquestado una campaña en su contra, para tratar de bloquear su legítima aspiración hacia el gobierno del estado.
En 2006, había sido postulado como candidato a gobernador, pero desafortunadamente perdió ante Juan Sabines Guerrero, quien contó con el apoyo incondicional y absoluto en recursos y manipuleo electoral del gobierno de Pablo Salazar Mendiguchía, a quien el hoy cónsul de México en Miami, recluyó luego en “El Amate”, acusado por diversos delitos.
La carta de renuncia del exsecretario del Campo durante la administración de Manuel Velasco Coello -dirigida al presidente del CEN del PRI, Enrique Ochoa Reza- fue hecha pública durante una conferencia de prensa en la capital chiapaneca.
En ella expuso su inconformidad por la falta de respeto a la militancia. “Hoy el PRI ha despreciado y olvidado a sus bases y sus simpatizantes y lo considera únicamente como una herramienta para conseguir sus triunfos”, explicó y agregó que en Chiapas había podido atestiguar “la desenfrenada descomposición propiciada por el Comité Directivo Estatal del PRI, de la cual el Comité Nacional se ha desentendido”.
“Hoy el partido esta desarticulado, confrontado de manera radical y ha decepcionado a casi el 80 por ciento de los municipios. Ha excluido a sus cuadros más representativos, quienes han sido víctima de desdenes, exclusiones y ataques en favor de intereses personales y no partidista”, dijo y reiteró que “hoy el partido responde a intereses personales y no a los intereses de la nación”.
Aclaró también que el trabajo político del PRI local “está fuera de la legalidad, lo que rompe la certeza jurídica en la ya inminente postulación de candidatos para el 2018” y puntualizó que se incorporaría a las tareas políticas acompañado de “todos aquellos que anhelamos dar a Chiapas y al país entero lo mejor que tenemos”.
Sin duda el conocimiento, arraigo y vasta experiencia del político chiapaneco -quien ciertamente abanderará como candidato ciudadano la coalición “Por México al Frente”-, serán un importantísimo factor que influirá en el proceso electoral para renovar la gubernatura de Chiapas, y muy probablemente se convertirá en el candidato a vencer.
Granos de Café
La incongruencia parece estar llegando al seno del Congreso del Trabajo (CT). Y eso, por lo menos, le habrá de causar extrañeza al propio José Antonio Meade Kuribreña, porque el priista Carlos Aceves del Olmo, presidente de la agrupación, ha decidido darle cabida a varios personajes del mundo sindical, que mantienen fuertes ligas aspiracionales con el proyecto que encabeza Andrés Manuel López Obrador, precandidato de la coalición “Juntos haremos historia”, Morena-PT-PES.
Como se recordará, Aceves del Olmo -quien también funge como dirigente nacional de la Confederación de Trabajadores de México (CTM)-, se desvivió por acoger al hoy precandidato del PRI a la Presidencia, a quien incluso llamó “el candidato de la esperanza”.
Por lo pronto, dio cobijo a una serie de líderes sindicales de varios estados del país, quienes durante los últimos meses han tenido acercamientos o de plano han realizado abierta labor política a favor de López Obrador.
Entre ellos, por ejemplo, se cuenta al poblano René Sánchez Juárez -suplente del senador del PT, Manuel Bartlett Díaz-, y a Salvador Ramos Bustamante, uno de los principales promotores de Morena en Quintana Roo…Sus comentarios envíelos al correo [email protected]