Padre Marcelo Pérez: sacerdote indígena, luchador y defensor del pueblo
OAXACA, Oax., 23 de agosto de 2017.- Pues el tan llevado y traído Plan Estatal de Desarrollo fue presentado.
Su principal fortaleza, que a la vez se convierte en su más grande debilidad, es que una vez elaborado tiene que pasar por el tamiz del legislativo, donde todo se negocia, de ahí la dificultad de los mensajes políticos a los oaxaqueños donde “todos felices y contentos”.
Aunque nadie tenga siquiera noción de planeación, lanza las más acres críticas, que es su deporte favorito, hasta que les concedan medalla de oro, plata o bronce.
El Plan es un documento técnico, una danza de números y porcentajes; proyecciones.
No hay un solo criterio ahí, que no sea medible, cuantificable.
El secreto del actual Plan y punto de quiebre, respecto de otros es la -valga la redundancia- es la planeación y la transparencia: el orden.
El Plan tiene su raíz en nuestro diseño constitucional. Bajo principios democráticos, participativo, equilibrado.
Comienza a gestarse en la Plataforma electoral del candidato ganador; se enriquece con las propuestas de campaña. Se complementa con foros, donde se supone, que todos son escuchados. Y a arrastrar el lápiz por mentes que conozcan o se asesoren respecto de lo que es Oaxaca.
Traducir la realidad de “una tierra intensamente rica, sobre la cual vegeta un pueblo incomparablemente pobre”, como dijo Flores Magón hace más de un siglo.
Las ocurrencias son la antípoda del Plan y lo que tanto daño nos ha hecho.
Si se logra un ejercicio de comunicación política que llegue a las oaxaqueños y que les entere que tenemos un Plan y que no se gobierna en base a ocurrencias o con la benevolencia como criterio, el Plan será democrático, si no, pues no.
Planeación, medición, transaprencia y derecho a la información son las cuatro aristas que marcan un antes y un después.
Vemos la intención de hacer lo correcto.
Mentes jóvenes, lúcidas, formadas, expertas en finanzas dieron vida al documento, que está al escrutinio de todos y que se supone es la proyección de donde queremos que Oaxaca esté en 2022.
Apegarse al Plan es el camino a seguir. Una nueva manera de gobernar. Guste o no, mucha política, mucha administración.
Que todos cumplan sus funciones; la Constitución y el Plan son claros.
No alcanza para todos; It’s the economy… la ciencia de lograr lo más con lo menos.
De eso se trata: justicia social. O simplemente justicia: tratar desigual a los desiguales en la medida de su desigualdad.
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