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CIUDAD DE MÉXICO, 5 de noviembre de 2019.- “Hace muchos años había un señor dedicado a vender colibríes muertos cerca del metro Copilco. Un día lo fui a ver y me dijo: son para que los hombres atraigan el amor, ellos deben portarlo en la bolsa de su camisa y así todas las mujeres estarán locas por él. Yo les decía a mis alumnos: ¿De verdad creen que con un ave muerta en la bolsa una chica los amará?”, cuenta María del Coro Arizmendi Arriaga, académica de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, de la UNAM.
Desde la época prehispánica los colibríes han sido sagrados, considerados portadores de buenos deseos y también de buena suerte, pero hoy son sacrificados dentro de la brujería para realizar los llamados amarres, según detalla un comunicado de la Máxima Casa de Estudios.
Arizmendi Arriaga dijo en entrevista para UNAM Global que esta actividad es común y ha trascendido fronteras. De hecho, hace algún tiempo en Estados Unidos encontraron en la aduana un paquete muy extraño y al revisarlo descubrieron colibríes muertos. Más tarde detectaron que estas aves eran enviadas para usarlas en la brujería: “amarres de amor”. Podían pedirse en una página de internet.
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