Economía en sentido contrario: Banamex
Este martes por la mañana, siguiendo la liturgia que estableció el macuspano expresidente, Claudia Sheinbaum presentó lo que ella llama su estrategia de seguridad para los primeros cien días de su gobierno.
Llama la atención que un asunto tan relevante no haya merecido un mejor escenario y un mucho mejor momento que la mañanera, evento ya reconocido por todos como el foro propagandístico de la cuarta transformación, hoy en su versión 2.0.
Anunciar que cinco estados serán el objetivo en la estrategia oficial, parece también un asunto propagandístico al enfocarse en tres entidades emblemáticas para la oposición como lo son Guanajuato, Chihuahua y Jalisco y en dos estados mal gobernadas por Morena, Guerrero y Baja California.
Guerrero ingresó a la lista a punta de homicidios, particularmente el del alcalde priista de la capital del estado, Chilpancingo, cometido apenas unos días de haber rendido protesta.
Días antes había sido también asesinado al secretario del ayuntamiento, en lo que parece una clara provocación hacia el estado mexicano.
Las preguntas que todos nos hacemos son ¿por qué no están entre los objetivos prioritarios Sinaloa o Tamaulipas? ¿Les están avisando a los delincuentes para que se muevan a otras entidades generando el “efecto cucaracha”? Yo imagino las respuestas, pero no habrá mejor juez que el tiempo para saberlas.
Hace tiempo que sostengo que para combatir con eficacia a la delincuencia lo primero es desterrarla de los espacios que hoy ocupa en varios gobiernos estatales y en muchos más gobiernos municipales.
No habrá táctica que funcione mientras subsista el pacto entre delincuentes y autoridades.
Y seguimos sin notar cambios ni en el fondo ni en la forma de hacer las cosas desde la presidencia del país.
Por cierto, la ratificación de alito en la presidencia del PRI y sus posteriores declaraciones en el sentido de que los priistas en el Congreso dejarán de ser una oposición “visceral y reactiva”, (como si lo hubieran sido en algún momento), confirman la inutilidad de lo que queda de ese partido político para el país.
Por eso un nutrido grupo de hombres y mujeres estamos impulsando la creación de una nueva fuerza política que represente a la ciudadanía que no está de acuerdo con el rumbo que, en lo general, está tomando México.
Necesitamos una estrategia de combate a la inseguridad para el corto y el mediano plazo, porque no es posible aceptar que en el largo plazo continue una lucha que debe estar resuelta pronto.
Necesitamos volver a tener paz para poder construir un mejor futuro.
Y para cambiar el destino necesitamos representantes en el congreso y gobernantes honestos, comprometidos con la ciudadanía y no con la delincuencia, que dejen de lado sus ambiciones personales, que no tengan miedo de ir a la cárcel por haberse aprovechado de sus encargos anteriores para enriquecerse, como pasa con tantos hombres y mujeres de la desgastada “clase política” que tiene tomados a todos los partidos, sin excepción.
Necesitamos regresar a un país en el que político que se corrompa vaya a la cárcel para pagar por sus delitos y no a MORENA para obtener la absolución, como sucede hoy.
Por ello estamos trabajando incansablemente, para construir un nuevo partido político que sea artífice en la construcción de un México nuevo, con paz y con futuro.