Economía en sentido contrario: Banamex
OAXACA, Oax. 19 de noviembre de 2017.- En México, nuestro México, se celebran (léase “se conmemoran”) 117 años del inicio de la guerra civil para dar fin al Porfiriato (se conoce así al periodo de poco más de 30 años en que Don José de la Cruz Porfirio Díaz Mori fue presidente de la República Mexicana).
Sobre las causas que motivaron el movimiento armado de 1910, se conocen las versiones oficiales, las que nos muestran a un Díaz alejado., de aquel que dejó el Seminario y su comodidad para ir a estudiar al histórico y glorioso Instituto de Ciencias y Artes de nuestro Estado, del héroe del 5 de mayo en Puebla o la guerra del 3 de octubre en Miahuatlán de Porfirio Díaz, Oaxaca.
Menos el pasaje donde Don Benito Juárez le negara el saludo en el 1872 o, de ese a quien un día el presidente Juárez en algún momento lo llamara Benemérito de la Patria.
Pero bueno, esas etapas del General Díaz fueron borradas de la historia, sí de la historia oficial, no se debe entender que también con esos hechos, se borre de su vida la etapa de persecución y exterminio. Y aquí en su periodo de gobierno o las condiciones de la mayoría de los mexicanos en esa etapa, o los abusos que su hermano Felipe, siendo gobernador de Oaxaca hacía en nuestro estado y que el mismo Porfirio permitía siendo presidente de la República.
A Díaz se le cuestiona hasta el regreso de sus restos, que aún permanecen en Francia en el cementerio Montparnasse al sur de Paris en Francia donde, seguramente se saluda con Don Carlos Fuentes y hablaran en tertulias mexicanas de “Aura” viviendo en “La región más trasparente” ¡ah! Cuanto bien haría escuchar a ambos.
Lo anterior lo anoto para ejemplificar como los mexicanos rechazamos a Diaz, por ejemplo, pero aceptamos que, Enrique Ochoa Reza, presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se jacte diciendo que México le debe al PRI todo lo que tenemos.
Y, pensándolo bien sí, entre otras muchas cosas, le debemos en México al PRI doscientas sesenta mil doscientas noventa y seis muertes violentas, el porcentaje de mexicanos en pobreza extrema durante el periodo del Presidente Peña Nieto es del 21.5% a esto hay que agregar que el 3.5% paso de ser pobre a vivir en pobreza extrema, el bajo ingreso per cápita que además genera un bajo desarrollo, la marca de corrupción en el país que ocupa el lugar 173 de 176 países registrados, las desigualdades, la falta de oportunidades, etc.
Este país se ha formado y tiene lo que es, porque en algún momento sus hijos han actuado al paso de su vida y responsabilidad, aportando algo para construir nuestro México, ningún estado se logra de un momento a otro, pero de eso a que México esté endeudado con el PRI, más bien al paso de los años México ha resistido la existencia del PRI.
En tal sentido, lo dicho por Reza es una burla más, pero, al PRI se le aguanta y a Díaz en restos, lo mantenemos fuera del país.
Las condiciones de diferencias entre pocos y la gran mayoría de los mexicanos en el año 1910, fueron sin duda los elementos sustantivos que propiciaron el levantamiento armado en contra del régimen de Díaz, bajo esa premisa, la pregunta es si ¿ahora en México no hay tales circunstancias?
La respuesta: nada tenemos que agradecer al PRI y menos a Reza.
A tono de lo comentado revisen lo que Doña Juana Catalina Romero le escribió a Don José de la Cruz Porfirio Díaz Mori:
“Mi querido Porfirio: Tehuantepec no ha cambiado mucho desde que lo dejaste hace veinte años…Pareciera que esa misma vida…decidió que tuviéramos un rumbo separado.
Sin embargo y a pesar de haber transcurrido veinte años desde que te vi por última vez, el tiempo se ha detenido por estas tierras…Aún veo las mismas casas con roturas, humedades, pobreza y hambre, analfabetismo y la superstición propia de los mexicanos…Quisiera decirte que fuera de Oaxaca las cosas son diferentes, pero en este México mágico que nos ha tocado vivir aún no estamos tan lejos de otros siglos en que un choque cultural y sangriento entre los nativos de América y los conquistadores de Europa hicieron parir una nueva raza mestiza y que albergaría, por siempre, un rencor terrible sobre su origen.
En todo el país se comenta de tus lágrimas en el Congreso y de tu oportuno retiro…Se que has dicho a los periodistas que planeas retirarte… y no quieres saber nada de las elecciones… Las lágrimas que derrames sobre el campo de batalla serán recordadas por muchas generaciones.
Como en las otras cartas, debo recordarte que tengas fe en que: volveremos a encontrarnos cuando los dos océanos se junten… Solo Dios sabe el destino que te ha puesto enfrente y las decisiones que has de tomar. Aunque el futuro está escrito, sólo tú decides cómo has de vivirlo, tomarlo para crecer o sacrificar tu aspecto histórico para huir del porvenir.
Recuerda que el éxito y el fracaso, el fusil que dispara y el que calla, todo lleva su costo personal y político. Nadie puede recibir aplausos sin críticas ni ataques sin defensas. Tú no eres diferente, eres humano. Un hombre común… Juana Catalina Romero”.
Reflexiones que sólo son Fundamentos.