Diferencias entre un estúpido y un idiota
Peña anuncia plan sobre deportaciones, aunque Trump dijo que serán solo aquellos ilegales con antecedentes penales
Otra vez Tultepec es escenario de una tragedia; las autoridades presumían seguridad del mercado
CIUDAD DE MÉXICO, 20 de diciembre de 2016.- Por fin, después de que la oposición y los expertos formularon duras críticas al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto y sus colaboradores -sobre todo a la canciller Claudia Ruiz Massieu, por su tardía y tibia reacción frente a la amenaza esgrimida por el futuro mandatario de Estados Unidos Donald Trump de deportar a millones de mexicanos-, se da a conocer un plan para amortiguar el impacto de esas expulsiones.
El jefe del Ejecutivo anunció el pasado domingo que se están preparando mecanismos para apoyar a los mexicanos que sean repatriados, ante la advertencia de Trump que desde el 20 de enero, comenzará la expulsión de al menos 3 millones de indocumentados, la gran mayoría quienes tengan antecedentes penales.
Peña Nieto envió un mensaje al Senado en donde le respondió a sus reproches y le dio a conocer que México dará respuesta adecuada a la inminente ofensiva anti-inmigrante. Entre otras cosas, señala que buscará “incorporar a los connacionales que puedan ser repatriados a diversos programas de apoyo en materia social y económica”.
Respecto a las deportaciones masivas, si bien no se puede controlar lo que sucederá, sí podemos decidir cómo responder, afirmó Peña, quien dijo que el gobierno mexicano actuará con sentido estratégico y siempre poniendo la defensa de los intereses del país y de los mexicanos como prioridad.
Lo malo es que las deportaciones tendrán lugar en el peor momento posible, cuando se avecina en el país una caída de los ingresos y un severo recorte público derivado del desplome de los precios del petróleo a nivel internacional, que hacen temer una recesión.
Peña señaló que, entre otras cosas, se prevé inscribir a los deportados en programas como el seguro popular y empleo temporal. Ambas acciones son loables si no fuera porque el sistema de salud ya está totalmente sobrecargado, y la excesiva demanda impide brindar un servicio eficiente a los asegurados.
En cuanto al empleo temporal, se trata de una aspirina para una enfermedad crónica, pues el apoyo puede durar unos meses, quizá un año y por supuesto que los salarios que se otorguen a los repatriados en ninguna forma se acercarán ni por asomo a los que obtenían en Estados Unidos.
Comienzan a llegar a México las caravanas de inmigrantes; muchos ya no volverán a EU
Desde hace unos días comenzaron a llegar a México a través de la frontera estadounidense caravanas de migrantes que viajan al país para visitar a sus familias en fechas decembrinas, pero muchos de ellos llegaron con remolques que representan una verdadera mudanza, es decir, con la intención de no retornar ya a Estados Unidos por temor a Donald Trump.
Peña dijo que se pretende canalizar a los migrantes que lo requieran -en este caso se refiere a los que tengan antecedentes penales-, a centros comunitarios o para la atención de adicciones y víctimas de maltrato o la violencia.
En el documento remitido al Senado, Peña aseguró que en la estrategia para brindar apoyo a los migrantes participarán las Secretarías de Salud, Trabajo, Educación, Finanzas, Desarrollo Social, Agricultura, Economía y Desarrollo Territorial.
Trump también ha advertido que renegociará o cancelará el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN), vigente desde hace casi 23 años y suscrito Canadá, Estados Unidos y México, por considerar que ha perjudicado a su país propiciando la fuga de empleos.
En su informe al Senado Peña dijo que toma en serio las declaraciones de Trump contra el TLCAN, que ha triplicado el comercio entre México y Estados Unidos hasta llegar a unos 550 mil millones de dólares.
El gobierno de México está atento a la política comercial que define el presidente electo de Estados Unidos y sin duda tomamos con seriedad las declaraciones durante la campaña presidencial, y estamos listos para entablar un diálogo amplio al respecto con Estados Unidos y Canadá, afirmó.
En su mensaje Peña dijo que el gobierno se apresta a construir una nueva agenda bilateral que dé continuidad a la integración comercial con Estados Unidos iniciada hace dos décadas.
Es bueno que el gobierno mexicano ahora se preocupe por los repatriados de la era Trump, pero no lo hizo con los deportados de la era de Barack Obama, cuando fueron 2,7 millones de hispanos -la mayoría mexicanos-, quienes hoy sufren diversas penurias y no consiguen adaptarse al país donde nacieron. Para esos mexicanos no hubo ni habrá ningún respaldo, ni podrán acogerse a beneficios de ningún tipo.
El pasado fin de semana se realizó el foro “Agenda Migrante: una visión desde los connacionales”, organizado por la revista Nexos, en la cual legisladores, ex funcionarios, expertos y activistas de ambos lados de la frontera plantearon que las acciones gubernamentales deberían incluir medidas legales, tributarias y políticas.
Entre otras cosas, se propusieron apoyos para hacer más fácil la apertura de negocios y la creación de una verdadera secretaría para Migrantes, como las que ya existen en algunos estados de la República.
Por ejemplo, el excanciller Jorge G. Castañeda, propuso la creación de un impuesto especial para atender la avalancha de migrantes que regresen a México, y otros expositores pidieron el otorgamiento de facilidades para que hallen la forma de reinsertarse en el país.
Castañeda dijo que el gobierno debiera hacer un llamado a la sociedad mexicana para pagar un impuesto especial sobre todos los productos, equivalente a un punto del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en todo el país y la inmensa mayoría lo apoyaría. “Sólo que hay que decir claramente para qué es”, afirmó.
El ex funcionario propuso poner a disposición de los 6 millones de mexicanos sin papeles en Estados Unidos y migrantes, un ejército de abogados, ventanillas, consulados móviles y todas las formas posibles de atender sus demandas y necesidades.
La ex titular del Instituto Nacional de los Mexicanos en el Exterior, Eunice Rendón, consideró que en especial hay qué pensar en qué hacer con los “Dreamers”, esos jóvenes llevados desde niños a Estados Unidos y que son el sector más vulnerable y los recursos humanos más valiosos. Ellos se encuentran plenamente identificados, por lo que su deportación sería aún más fácil”, afirmó.
También se pidió al presidente Peña y al titular de Educación Aurelio Nuño, poner en marcha un programa de “revalidación de estudios de licenciatura para los mexicanos que retornen”.
En realidad propuestas como esta sobran, pero llama particularmente la atención que investigadores del Colegio de México estimen por su parte que la llegada de los repatriados podría ser una oportunidad y no una carga, pues permitiría revertir el bono demográfico y tratar de absorber e integrar de manera eficiente a los repatriados, siempre y cuando se adopten las políticas públicas adecuadas.
El gobierno de Peña debe ser receptivo a todos estos enfoques y demandas para perfilara una sólida estrategia que permita a los repatriados iniciar una nueva etapa en su vida y no sufrir un “shock cultural”, económico y social que podría arruinar todos sus sueños. A causa de Donald Trump, quizá el sueño americano sea más difícil de alcanzar, pero no por eso hay que dejar de soñar.
GRANOS DE CAFÉ
La Secretaría de la Defensa Nacional supervisaba su funcionamiento, lo que era una suerte de certificado “ISO 9000” y algunas autoridades se referían a él como el más seguro de América Latina, pero como la terca realidad siempre desmiente los dichos -sobre todo de los políticos-, resultó que el mercado de pirotecnia de Tultepec, situado a unos 50 kilómetros al norte de México, no era tan perfecto como se pretendía.
Seis explosiones ocurridas este martes en el emblemático sitio, proveedor de cohetes para todo tipo de festividades, se encargaron de echar por los suelos el diseño supuestamente meticulosamente planeado por las autoridades.
Hasta el momento en que esta columna era redactada, el reporte oficial divulgado por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y el director de Protección Civil municipal, Isidro Sánchez, contabilizaba 27 muertos y 70 heridos, pero las cifras podrían multiplicarse.
Fue necesario que todos los cuerpos de bomberos de municipios aledaños como Tlalnepantla, Naucalpan, Ciudad de México, Tultitlán y Cuautitlán se volcaran con todos sus recursos para prestar ayuda a las víctimas y trasladar a decenas de heridos a hospitales más grandes de la zona, principalmente el más especializado en quemaduras, el de la Magdalena de las Salinas. El Ejército, la Marina, la Policía Federal y los cuerpos locales de seguridad apoyaron con helicópteros el traslado de los lesionados.
El fuego que se produjo luego de los estallidos -y que levantó una enorme nube de humo de unos 2 kilómetros de altura y cientos de metros de espesor-, fue sofocado una hora después.
El mercado de 300 locales, que ocupaba toda una manzana, quedó destruido y los videos mostraban un panorama sombrío. Una gran cantidad de heridos presentaban heridas de tercer grado y se teme que la cifra de muertos se incremente.
La onda expansiva cimbró estructuras aledañas en un radio de más de un kilómetro y desde los municipios cercanos como Tultitlán y Cuautitlán de Romero Rubio se pudo resentir la gran explosión y distinguir la enorme nube, semejante a la de una exhalación volcánica.
El presidente Enrique Peña Nieto -en un mensaje difundido a través de Twitter-, envió sus condolencias a las familias de las personas fallecidas y expresó que el gobierno federal trabaja en coordinación con el gobierno del Estado de México para atender a los heridos y afectados en Tultepec.
Luis Felipe Puente, Coordinador Nacional de Protección Civil, anunció una investigación a fondo coordinada por la Procuraduría de Justicia del Estado para determinar qué provocó la explosión.
El mercado de pirotecnia en Tultepec -una localidad de 120 mil habitantes-, estaba certificado por el Instituto de Pirotecnia del Estado de México y la Secretaría de la Defensa Nacional y presumía de ser el mercado más seguro en América Latina, como lo aseguró hace poco Ignacio Rodarte, director general del Instituto Mexiquense de la Pirotecnia.
Este fin de año planeaba vender 100 toneladas de fuegos pirotécnicos con motivo de las celebraciones de fin de año. El lugar contaba con “puestos perfectamente diseñados y con los espacios suficientes para que no se dé una conflagración en cadena en caso de un chispazo”, dijo Rodarte hace unos meses.
En Tultepec el 80 por ciento de sus habitantes se dedica a la fabricación de petardos para las fiestas patronales y las celebraciones decembrinas y de Semana Santa, y el secreto de su fabricación de tipo artesanal, en pequeños talleres llamados “polvorines”, es toda una tradición de la cual el pueblo se enorgullece.
Hace apenas una semana, el 12 de diciembre, día de la virgen de Guadalupe, Germán Galicia, presidente del mercado de artesanías de San Pablito, como se le conoce, garantizó a los visitantes la seguridad plena en el lugar.
Presumió que había extintores, barriles de agua, depósitos de arena, picos, palas y personal calificado que sabe cómo actuar en caso de algún incidente, aunque no siempre ha sido así, pues -a lo largo de su historia-, el municipio ha sido devastado por diversas explosiones.
Por ejemplo, el 12 de septiembre de 2006 un incendio destruyó el antiguo mercado de San Pablito y sus 450 locales, entonces construidos con láminas y madera y hoy edificados con cemento y acero.
Pero apenas un año después ocurrieron nuevas explosiones que destruyeron de nuevo el propio mercado a pesar de las medidas de seguridad. El 26 de enero de 2012, una persona murió por otra explosión en 5 talleres de fabricación de fuegos artificiales en la zona conocida como “La Saucera”, en Tultepec, y otras 3 fueron trasladadas en un helicóptero a un hospital.
El peor episodio en esta población se registró el 3 de octubre de 1998, cuando otra explosión en una fábrica clandestina de fuegos pirotécnicos, causó la muerte de 39 personas e hirió a otras 100 más.
Sin embargo, paradójicamente, las peores explosiones por pirotecnia han ocurrido fuera de Tultepec. Por ejemplo, el 28 de septiembre de 1999, un estallido en Celaya, Guanajuato causó 57 muertos y 89 heridos en un lugar donde se almacenaban 4 toneladas de pólvora.
Otro percance similar tuvo lugar el 11 de diciembre de 1988, en el Mercado de la Merced de la Ciudad de México, cuando 60 personas fallecieron al estallar un tanque de gas que afectó locales llenos de productos pirotécnicos almacenados para celebrar la fiesta de la Virgen de Guadalupe.
Pero en Tultepec, sólo este año, se habían registrado ya 3 explosiones aunque sin provocar víctimas mortales. Todos estos casos muestran que en México no hay medidas de seguridad suficientes para poder manejar el tema de la producción y almacenamiento de fuegos artificiales.
Cualquier autoridad que presuma que puede haber una industria pirotécnica 100 por ciento segura, miente. Por ello, muchos estiman que debería prohibirse el uso de fuegos artificiales, como no sea aquellos supervisados por la Secretaría de la Defensa, durante el festejo de las Fiestas Patrias.
Ciertamente, muchos podrán argumentar que cientos -quizá miles de familias-, viven de esta actividad y que sería difícil que se reinventaran para hacer otra cosa. Sin embargo, la vida humana es la principal prioridad de cualquier política pública.
Pero lo cierto es que aún cuando se supervigilara esta peligrosa actividad, no faltarían aquellos fabricantes que seguirían evadiendo las normas en pequeños talleres inseguros y propiciando la ocurrencia de futuros nuevos y trágicos accidentes como el que hoy enluta a Tultepec.
Las autoridades tendrán que hacer gala de imaginación y creatividad -dos ingredientes muy escasos entre la alta burocracia-, para evitar que ocurra otro caso como éste, una historia que se repite una y otra vez…
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