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CIUDAD DE MÉXICO, 30 de septiembre de 2020.- Alguna vez te has preguntado cuál es el origen de las groserías. Nunca sabremos de cierto de dónde provienen, pero las seguimos usando y reinventando. Decir palabrotas nos ayuda a sobreponernos al dolor, expresar emociones e incluso, generar confianza.
En Mentar madres te hace bien (Paidós), la autora Emma Byrne, basándose en estudios que datan desde 1880, en los cuales se reconoció al uso del lenguaje obsceno como una parte extrañamente resiliente del habla, nos explica a través de distintos ángulos y con un lenguaje colorido cómo y por qué decimos groserías.
Desde tiempos remotos el ser humano desarrolló el lenguaje como medio para arreglárselas en el ámbito social, convirtiendo a las vulgaridades en un atajo poderoso que nos permite comunicar información compleja de manera urgente. Pero es hasta finales de la década de los años 80 que los investigadores descubrieron que el uso de palabras sórdidas es un cambio dramáticamente notorio en la habilidad de una persona para comunicarse y por ello, los científicos han podido percibir mucho sobre cómo trabaja el hemisferio izquierdo del cerebro en el uso de un lenguaje burdo.
Este trabajo de la científica Emma Byrne, revela que el uso de obscenidades no es un hábito que debe desarraigarse, al contrario, promueve su uso en forma equilibrada y saber cuándo, con quién y qué ordinarieces decimos. Mentar madres te hace bien, es un libro que se convierte en una convincente defensa para una boca sucia, basada en investigaciones de neurociencia, desmitificando cuestiones de género en el uso de leperadas y demostrando que hacer uso de ellas es un acto liberador y de múltiples beneficios en cuestiones fisiológicas, emocionales y psicológicas en el ser humano.
“Decir groserías es como la mostaza; un gran ingrediente, pero una pésima comida”, afirma la autora. Para Byrne, las palabras soeces representan esa fuerza del lenguaje que mantiene su potencia y naturaleza riesgosa, de otra forma no serían groserías.
Emma Byrne. Es científica, periodista y conferencista. Tiene un doctorado en Inteligencia Artificial (IA) por el University College London. Lleva más de una década construyendo robots, redes neuronales, simuladores de sistemas biológicos y algoritmos genéticos.
Su conocimiento en inteligencia artificial y neurociencia computacional despertó su fascinación por las formas no computacionales en las que trabaja nuestra mente. Ha publicado en The Wall Street Journal, The Guardian, Financial Times, entre otros.
Colabora regularmente en radio y televisión, como la BBC y Sky News, donde habla sobre IA y neurociencia. Su trabajo se extiende también a los ámbitos financiero, médico, biológico y del entretenimiento.
Título disponible en formato físico y electrónico.