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OAXACA, Oax., 7 de abril de 2017.- Cuando un profesor encuentra de manera inesperada una serie de caras que el poeta expresionista Georg Trakl le escribió al filósofo Ludwig Wittgenstein antes de quitarse la vida, descubre también el bien que sus reflexiones sobre temas universales, como la ignorancia, el alma humana, la bondad, la perversión, y la búsqueda de la perfección y la belleza, pueden hacer en una salud resquebrajada.
En un comunicado, se informó que en Apreciable Señor Wittgenstein, publicado por Tusquets Editores, la autora Adriana Abdó traslada al lector al esplendor intelectual de principios del siglo 20 a través de dos pensadores dotados de una insólita lucidez. Recupera para todos la esperanza en la humanidad, incluso en momentos de gran convulsión social.
Trakl, un espíritu incomprendido y marcado por los horrores de la Gran Guerra, fue declarado demente y recluido en una institución psiquiátrica. Sin embargo, la promesa de uno de sus amigos de que le concertará un encuentro con Wittgenstein, le devuelve la cordura al grado de que puede plasmar sus pensamientos para compartirlos con el filósofo y lingüista austríaco que, posteriormente, se nacionalizó británico.
“Hace unos instantes, mientras delineaba la palabra generoso, imaginé a las personas que poblamos el mundo. Al hacerlo, otra vez, ahora mismo, me miro entre ellos. Una fuerza clara y sana, un aliento fresco, recorre mi cuerpo. Estoy admirado. ¿Será posible que alguien como yo todavía albergue un sentimiento exiguo en cantidad y puramente humano”, escribe en una de sus cartas.
“Sólo la persona de espíritu fuerte es capaz de no juzgar; bastante tenemos con nosotros mismos. Poner en juicio las debilidades ajenas implica acentuar lo menos honroso que poseemos”, plasma en otra. “Al infame verdugo lo traemos dentro, puede torturar hasta cuando reímos. Entre desatinados debemos aliviar los desatinos. Sanarnos con una mirada de compasión, de aliento”.
Adriana Abdó (Ciudad de México, 1963). Periodista, dramaturga, editora, cuentista y novelista. Egresada del Liceo Franco-Mexicano, tomó posteriormente cursos de redacción, literatura y análisis político en la Universidad del Claustro de Sor Juana; de filosofía y literatura en la Universidad Iberoamericana y en el taller de Marcela Lagarde; de historia de México en el Colegio de México y de dramaturgia en el CNA, con el maestro Hugo Argüelles. Ha colaborado en diversos medios con columnas políticas, además de realizar entrevistas para la gaceta Racines francaises. Cuatro de sus obras se han llevado al teatro. Otros libros publicados: Las revoltosas, Los revoltosos y algunas metiches y Los revoltosos.