Día 18. Genaro, víctima de la seguridad nacional de EU
Entre la algarabía y el desestrés en plena Guelaguetza, llegó a Oaxaca una Senadora en bicicleta, vestida con huipil quien hoy es empresaria, cuya característica principal no es su atuendo, ni su empresa, ni su medio de transporte, su personalidad se acrecentó porque diario es el blanco de los balazos, que no abrazos, lanzan desde palacio nacional.
Qué necedad de hacer positiva las expresiones vertidas en el 2006, “al diablo con las instituciones”, o aquella que dice que “a mí no me vengan conque la ley es la ley”.
Qué ganas de violar principios democráticos, lanzar amenazas y usar el estilo mas rancio del autoritarismo para proteger, no un proyecto político, no una forma eficaz de gobierno, sino usar al estado contra los contrincantes electorales y permitir que la delincuencia se apodere del país. ¿Quiénes delincuentes? todos aquellos que han demostrado que sus acciones como parte de un gobierno son un rotundo fracaso.
Todos aquellos que a la manta del Presidente de la República copian y replican modismos y estilos que no van con ellos porque están reprobados como gobernantes. Las circunstancias que nos acarrean esas malas determinaciones hacen que el encono los haga decir barbaridad y media.
Los hay desde quienes en tribuna del Congreso nacional acusan sin pruebas, hasta los que en restaurantes y cantinas usan el teléfono para hacer que asustados diputados paguen cuentas de consumo y que titulares de secretarías espantados o cómplices de los familiares más cercanos de gobernadores haciendo honradas gestiones, les “impongan” jugosos negocios.
Cuando en los ochenta la Escuela Preparatoria Número uno de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca nos recibía en sus aulas, los compañeros de prepa me decían que mi pueblo era “bicicletero” a modo de referencia que ilustraba la precariedad de una comunidad.
Jamás lo entendimos como un sesgo de violencia verbal contra el Xoxocotlán de esa época, al contrario; eso es formidablemente actual, Xoxo es bicicletero.
Las reflexiones ahora las estamos difundiendo en bicicleta y se propagaran con la fuerza de las piernas al pedalear.
Con la bicicletera visita la señora del huipil puso varias cosas en su lugar, entre otras que está claro que para estar en su gobierno se necesita “no ser ratero, ni huevón, ni pendejo”.
Difícil de entender la modalidad de las actividades que la Senadora de la República Xochitl Gálvez realizó en la capital oaxaqueña, más complejo es hacer entender a quienes se resisten a los cambios que el llamado ciudadano es fuerte, que no acepta acarreos y que en la consulta del tres de septiembre los partidos aliados deben pensar que Xóchitl, está muy lejos de ser el improperio que se dijo de ella de “ser una tonta útil”.
Como la propia senadora afirmó, les mandamos un mensaje de amor, México quiere paz.