Economía en sentido contrario: Banamex
El juicio entendido como la forma de pensamiento, mediante la cual el hombre se expresa en forma de enunciados o proposiciones respecto de diversas situaciones, permite ser cuestionado sobre si definitivamente es correcto o no; “epojé” es una palabra griega que significa “suspensión” y que es aplicada por la corriente filosófica del escepticismo en la antigüedad, al encontrarse antes dos proposiciones igualmente defendibles pero opuestas o contradictorias entre sí; esto es, un estado mental -un estado de conciencia- en el cual ni se niega ni se afirma nada.
Este concepto implica la no pronunciación de una valoración con relación a algo, así como, en otro aspecto, el apartar el propio pensamiento para poder “entrar” y entender el funcionamiento de formas de pensar ajenas, alcanzando con ello una ecuanimidad o imperturbabilidad (ataraxia) que es el objetivo del escepticismo: la conveniencia de no enjuiciar nada ni afirmando ni negando, dejando de lado no solo las doctrinas sobre la realidad, sino también de la realidad misma.
Es un estado de reposo mental, una actitud razonable respecto del conocimiento en el que nos podemos detener para ni afirmar ni negar algo y con ello asumir que nada se puede conocer, que todo tipo de conocimiento se puede cuestionar, con una actitud honesta dejando de realizar juicio alguno sobre las cosas, donde “quizá” sea la palabra que permita la salida a un cuestionamiento sobre una realidad indeterminada.
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