La Constitución de 1854 y la crisis de México
CIUDAD DE MÉXICO, 16 de agosto de 2019.- Resulta casi imposible estar aislado del resto de la gente, aun cuando seas una persona introvertida; siendo el ser humano un ente social, por más que trates de vivir de forma anti-social siempre tendrás que estar en contacto con otras personalidades que van desde los amigos, hasta los que son clasificados como personas tóxicas.
¿Qué hacer con las personas tóxicas?
Es una constante pregunta que me hacen, no solo por mis redes sociales, sino en todos los lugares de México a donde me toca dar coaching a líderes. Te comparto que hace muchos años en un confesionario de Catedral, Monseñor José Refugio Santoyo Alonso (QEPD) me hizo una fuerte pregunta ante mi pesado pecado –que en ese entonces creía que era muy fuerte- y me asesta “Hijo, cuando vas caminando por una acera, miras que hay una suciedad ¿caminas sobre la mierda o le das la vuelta?” Claro que su interrogante me dejó impactado por la palabra utilizada cerca del altar, además que con eso me dijo todo, yo estaba con personas tóxicas porque no quería darles la vuelta.
Esa enseñanza que me diera Monseñor dentro de un confesionario de Catedral lo he llevado desde entonces y la vida me ha resultado más ligera.
He tenido que convivir y hasta trabajar con personas tóxicas, pero nunca me quedo clavado con ellos o ellas, simplemente hago mi función para después darles la vuelta.
Sin embargo, me gustaría escucharte, así que ¿Y tú, qué opinas?
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