Día 29. Supremacía debate entre Juárez o Cárdenas
La X en la Frente
OAXACA, Oax., 6 de julio de 2017.- La conflictiva social es inherente a toda sociedad.
¿A partir de cuándo? Después de la sedentarización del hombre. Y ella fue producto de los fenómenos de poder don de uno o varios, intermitentemente, tomaban las decisiones que afectaban a todos.
El ejercicio del poder exigía determinadas calidades y/o cualidades, pero nuestra realidad cambió cuando la democracia directa (aquella en que todos los presentes votaban) fue por necesidad de número, extensión territorial y problemáticas, tuvo que ceder su lugar a otras formas de procedimiento de decisiones, hasta llegar a nuestra actual Democracia Representativa, en que el ciudadano autoriza con su voto, a que las decisiones que cada vez son más, las tomen, en un reparto de competencias y obligaciones, claramente expuestas en cada vez más leyes que muy pocos conocen.
Para el ciudadano, las elecciones han devenido, cada día más, en una verbena, en una pequeña telenovela dónde hay actores; protagonistas, de reparto, extras y donde no puede faltar el reparto de utilitarios.
La política está, se supone, para resolver problemas y llevar felicidad a los hogares. ¿Cuál nuestra desgracia? Los eternos odios entre los que ganan y los que pierden que los llevan a hacer las cosas más inverosímiles en perjuicio, no de los políticos, sino del pueblo; los intereses creados, las inercias, las funestas prácticas de asistencialismo, sólo a loa dirigentes de las organizaciones que, salvo honrosas excepciones se entregan a quien más dinero les da para caer en brazos de sus intereses.
Para crear una conflictiva artificial. Si a ello le aunamos los odios entre organizaciones y personajes con altas responsabilidades; egos que ganan atención y partidarios, quién gana el debate novelado, dejando, evidentemente de lado, lo que la ley les mandata para una sana convivencia social.
El ciudadano tiene sus problemas y al no verlos resueltos por incompetencia de pigmeos públicos, con el coraje a flor de pie, busca culpables y los busca donde no están.
Hobbes ha ganado el desencuentro y ni en el gabinete hay lealtades, porque dónde debe haber eficacia y eficiencia, hay incompetencia. En todos los niveles. Especialmente entre los que aman la foto y el socialité.
Usted sabe de quién hablo. Bueno, al menos ha escogido a alguien. De cualquier orden de gobierno, de cualquier institución.
¿Qué pasó en Zaachila?
Que la única solución está en las leyes. A la vista de todos. Ya no hay moneda de cambio. Y el dinero, que todo lo corrompe, hasta roba vidas.
¿Por qué son líderes? Porque prodigan lo que finalmente se traduce en monetario. Hace años el hoy IEEPO fue entregado a un grupo de presión.
¿Le gustaría a usted que pasara lo mismo con la Sevitra?
La solución está en las leyes. Pero una mala noticia
Con el Nuevo Sistema Penal Adversarial, los delincuentes tienen más garantías que las víctimas. Existe un principio llamado de presunción de inocencia, que hace que el que comete un delito cruce los brazos unas horas, porque un pequeño error humano de un Ministerio Público, hace que el juez de la causa no otorgue la orden de aprehensión, y si la otorgará, con plenísima observancia de sus derechos humanos, por otro error humano, no concede el auto de formal prisión, y en el pasado, los Autos de Libertad por Falta de Elementos Para Procesar, se entregaban como pan caliente.
Si el delito no era grave, paga una caución y el delincuente se va a su casa o se escapa, antes de que lo agarren, una vez concedido el Auto de Formal Prisión o de Sujeción a Proceso.
¿Sabe usted cuáles conductas son consideradas como delitos? ¿Sabe usted, de ellos, cuáles son graves?
El problema está en el legislativo y en la Defensoría de los Derechos Humanos.
Si los diputados tuviesen idea del asunto en su facultad de presentar iniciativas de ley ante el Congreso federal, para que en unión con sus homólogos federales, propongan revisar el Nuevo Sistema de Justicia Penal.
¿Cuál es el fin último? Acabar con la impunidad y la sobrepoblación en las cárceles.
Espero haber aportado un poco de luces para formar o modificar su opinión. Desafortunadamente el color favorito de nuestros diputados es el gris y entre los 43 la ciudadanía y la sociedad civil organizada deben ser el legislador 43 para que de todo esto que termina en violencia, no se culpe a quien no tiene más culpa que ordenar que la ley se aplique y no se negocie.
Estrenamos la figura del fiscal. Demos el beneficio de la duda. Cambios como este no se dan en en meses, pero si comenzamos haciendo lo correcto y promovemos con los medios a nuestro alcance, la cultura de la información, cada vez habrá menos impunidad y más gente presentará sus querellas o denuncias.
“La ley es dura, pero es la ley”
@MoisesMolinar
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