Violencia de exportación
CIUDAD DE MÉXICO, 10 de octubre de 2019.- Ahora resulta que el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Saldívar Lelo de Larrea, va a limpiar toda la suciedad del poder judicial.
Por lo pronto, anunció, con bombo y platillo, bueno no tanto, sólo en conferencia de prensa, que un magistrado de primer circuito fue suspendido por presuntamente pertenecer a una red de corrupción.
Aseguró que junto con el Consejo de la Judicatura Federal se aprobó un acuerdo histórico para erradicar el nepotismo y la corrupción.
Desde luego que eso sería una gran noticia, pero una cosa es decir y otra hacer, pues todo mundo sabe que, salvo honrosas excepciones, que, en México, como en casi todo el mundo, los impartidores de justicia siempre andan metidos en jugosos negocios.
Por lo menos en México, hasta donde yo he visto a lo largo de mis más de 7 décadas de vida, no hay un juez, magistrado y mucho menos ministros, que se precie, que no sean millonarios.
Que no salgan ahora con que este Magistrado del Primer Circuito, que ha sido suspendido, tiene propiedades y bienes que no corresponden con lo que gana como impartidor de justicia.
Sinceramente, si Arturo Saldívar, piensa acabar con la corrupción en el Poder Judicial, se va a quedar sin personal, pues todos los que trabajan en barandilla y tienen relación con los asuntos que ahí se resuelven, están inmersos en esa ola de corrupción.
Y para muestra basta un botón, la reciente renuncia del Ministro Eduardo Medina Mora, que dejó la Corte, dicen, para evitar que lo inculpen de enriquecimiento inexplicable.
Alguien decía que Medina Mora debe haber visto muy cerca las rejas de la cárcel, pues de otra forma no se puede explicar porque dejó tirada una chamba que le permite casi tocar el cielo y en la que tenía asegurados otros 11 años de permanencia.
EL PULSO.- Vaya que le tundieron los Senadores de todas las bancadas, al gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa, por andar queriendo hacerse el gracioso y atribuir a un castigo de Dios la muerte de la ex gobernadora Erika Alonso y su esposo, el senador Rafael Moreno Valle.
En el transcurso de la sesión, legisladores de Morena, PAN, PRI, PRD, MC, PT, reprobaron en forma unánime los dichos del gobernador poblano Luis Miguel Barbosa Huerta, luego de que en un mensaje oficial afirmó: “Yo gané, me la robaron; pero los castigó Dios”. Desde luego se refería a los resultados de la elección estatal de 2018, y a la trágica muerte del ex senador panista Rafael Moreno Valle y su esposa Martha Erika Alonso Hidalgo** Incluso, el senador Ricardo Monreal, coordinador de Morena en el Senado (partido al que pertenece Barbosa Huerta), respondió tajante en entrevista: “No hay que meterse con los muertos, ya hay bastante daño y dolor en su familia, con sus seres queridos, hasta con sus simpatizantes ¿Para qué remover cenizas que pueden causar más polarización y confrontación?”** A su vez, la presidenta de la Mesa Directiva, Mónica Fernández Balboa, anunció que el Senado de la República fijará una postura en relación con los dichos desafortunados de Barbosa Huerta. Mónica Fernández aseguró que se tomaría en cuenta cada uno de los pronunciamientos y propuso que las senadoras Nadia Navarro y Nancy de la Sierra; y los senadores Rubén Rocha Moya y Cristóbal Arias, se coordinen con el área de Servicios Parlamentarios para elaborar un pronunciamiento del Senado de la República sobre ese tema. Veremos si no termina todo acusando al gobernador con su mamá.